Mucho más temprano que tarde, de nuevo se abrirán las anchas alamedas por donde pase el hombre libre para construir una sociedad mejor.

julio 31, 2005

Síntomas de la limeranza

Me entra un desasosiego terrible.
No me puedo concentrar en el trabajo porque paso pensando en eso.
Me despierto a mitad de la noche, justo después de que lo sueño, conmigo o abandonándome.
Veo en el espejo el reflejo de un monstruo que en una noche, envejeció treinta años y le han salido 10 canas.
Los complejos y los traumas resucitan como si nunca hubieran muerto y alegremente me recuerdan al oído, uno a uno, mis defectos.
De repente, estoy gorda, giganta, dientona, irreparable, muda y bruta.
Reviso el teléfono, silente, cada 15 minutos y me pregunto si estará funcionando.
Quisiera estar en su cabeza y saber qué piensa, qué pensó, si siquiera me tendrá presente.
Exaspero a los amigos en el recuento de los hechos y los pronósticos.
Repaso todos mis actos/errores fatales y quedo convencida de que lo he arruinado.
Cuando veo todo esto, con pesar me autodiagnostico la inminencia y desgracia de caer, otra vez, en el fenómeno que los científicos han dado en llamar limeranza, y que para mí, es una mierda a menos que tenga el certificado por escrito y protocolizado que es correspondida por el objeto limerado. Me pasa poco. Porque me resisto. Si no, me matriculo a repetir el curso de Arrastrado por suficiencia con énfasis en sufrimiento por desamor.
Mi terapeuta diría que es pura paranoia.
Y pensar que hay otros que dicen que este no saber y ambivalencias, aunque sea solo por eso, es la sensación más bella y que aun en ese estado, vale la pena vivirlo... No deben saber cómo lo vive un arrastrado.

Seguí­s leyendo?

julio 30, 2005

Paso 1

No, no encontré tata ni lo andaba buscando.
No, aunque lo disimule bien, tampoco soy una interesada.
No, no es ninguna perversión y entérese de una vez que el primer paso siempre es reconocer la condición para vivir con ella. Así que:
Hola, Soy Solentiname
y soy gerontofílica .

(Nota al pie: Pero se aceptan ofertas de cogeneracionales si la pulsean adecuadamente)

Seguí­s leyendo?

julio 29, 2005

¿Qué somos?

Podrá ser de todo menos amigos,
porque si yo hiciera esto mismo con mis amigos,
no sería ni popular ni sociable sino puta.

Moraleja: Uno no se coge a los amigos.

Seguí­s leyendo?

julio 28, 2005

Ven devórame otra vez

Ya te dije que es imposible.
Para ser una devoradora de hombres
se requiere algo que yo nunca he tenido:
Colmillo.

Seguí­s leyendo?

julio 23, 2005

Brief Eulogy for an SOB

Hoy en la mañana, víctima del vicio, abro el periódico y siguiendo la costumbre familiar, escudriño los obituarios para enterarme de los últimos chismes de fallecidos y ver cómo se solucionan en las esquelas de estos tiempos el delicado tema de los matrimonios varios, hijos postizos y tres juegos de suegros y el más reciente manejo de la frasecilla esa de “su fiel servidor” para dejar claro que a las empleadas, en Costa Rica, se les trata como de la familia; por eso escondemos la explotación y la grosería con palabras frases recatadas en los periódicos y con tratos eufemísticos ya en vivo como “la muchacha”. (Paréntesis: El mismo síntoma que se ve con los negros, a los que, para no sonar ofensivos, según los ticos, se les trata de “morenos”).

Pues a pesar del entrecejo solemne que se impone para la sección de finados, el corazón me dio un saltito de alegría al ver que, finalmente, el maligno y nefasto General Westmorland entregó las tennis. Antes de leer los sabrosos detalles de la muerte lenta y dolorosa que esperaba hubiera acabado con esa cucaracha, lancé mis miradas al Hades del subsuelo, y desde mis adentros, le desee con todo el deseo de venganza, una estancia hirviendo y entretenida para el resto de los tiempos.

Breve resumen de Westmorland: Un hijo de puta.

Elementos distinguidos de su carrera: Cuna de oro (banqueros), peleó en todas las guerras disponibles desde que tuvo capacidad para ello, General en Corea y encargado de las fuerzas militares invasoras de los Estados Unidos en Vietnam, específicamente, de la escalada entre 1964 y 1968 que llevó a la masacre de la juventud americana en las selvas vietnamitas y a la demostración de valor y resistencia de los hombres del Tío Ho.

A lo anterior, añádese haber sido asesor de defensa, director de la Academia de West Point, conferencista invitado en temas de guerra y de Vietnam y sus jefes en sus mejores momentos: LBJ y Nixon... calcule usté... Fue, como decíamos en la Corte, todo un artista.

Mayor ridículo: La ofensiva del Tet, cuando Víctor Charlie se adueñó de la embajada en Saigón por unos breves minutos. Le valió que lo fletaran de vuelta al continente y en lugar de tragar polvo y llevarse aguaceros y mosquitos o un balazo en media frente, resolviera y dirigiera todo desde un cómodo escritorio.

Condición mental: Un engañado o un loco... porque solo eso podría explicar que mantuviera, hasta su último día, que Estados Unidos no perdió la guerra en Vietnam, que él no era un asesino y que más bien lograron su objetivo de mantener a raya la amenaza comunista. Su método fue sencillo: apiló las bolsas negras con los restos de muchachos asustados y drogados que se morían como moscas evitando que el dominó de la política mundial siguiera su irreparable caída hacia las profundidades rojas del comunismo internacional.

Evidencia de lo anterior: fue invitado de honor a la inauguración del monumento de los caídos en Vietnam en Washington DC. Yo, de haber estado ahí dejando en la pared el osito de peluche de algún hijo o pariente muerto, se lo hubiera hecho tragar a la fuerza para acabar bien temprano con ese monstruo.

Mientras avanzaba por los párrafos y escuchaba en off los gritos de las manifestaciones anti Vietnam (“Hell, no, we won’t go” “Baby killers” “1,2,3,4, we don’t want your racist war”, etc etc etc) me imaginé que vendría el detalle de la exclusiva clínica donde este representante del espíritu de las relaciones internacionales al estilo hamburguer habría muerto rodeado del cariño de sus familiares y amigos y el eterno agradecimiento de una nación que reconocía su labor desinteresada en defensa de la libertad y el orden con quince días de bandera a media hasta.

Pero no. Westmorland murió en un asilo de ancianos en donde vivía recluido con su esposa. Digo yo: Y sus hijos ¿Dónde están? Y los compatriotas agradecidos, ¿Qué se hicieron?. Y los amigotes de esos duraderos que hizo como gorila ¿Se mudaron a otro zoológico? . (Paréntesis de Sole: Siempre me he preguntado qué le pasa a los gringos, usualmente tan simpáticos, amables y dispuestos a decirle a uno I love you cinco minutos después de conocerte, que dejan a sus ancianos morir, como los elefantes, en esos cementerios para desechos humanos... como si fueran un sofá viejo. Como si no fueran su familia. Como si fueran desconocidos. Casi creería uno como si no los quisieran).

A mí me contó el colibrí que él estuvo ahí cuando el general met his maker. Y que el general estaba lúcido y vio clarito como a su alrededor se levantaban las almas de todos los all american boys que él envió a su muerte durante la guerra o que se suicidaron años después por el impacto; todos los vietnamitas que murieron en sus operativos, en las aldeas que mandó quemar, en las selvas despedazadas con NAPALM. Y ninguno le dijo que podía irse en paz. Todos guardaron silencio y esperaron hasta que en el último suspiro, el general supo que independientemente de que él creyera que fue correcto o equivocado, tendrá que pagar un precio.

Seguí­s leyendo?

julio 19, 2005

Inútiles

Nos sentábamos a comer. Mis tres primas, mi abuela, y mi primo menor, Rodolfo.

La mesa estaba lista y con mucha hambre en el ambiente. Yo contaba los segundos para que mi abuela terminara de pedirle a dios que no le faltara el bocadito nunca a ninguna de sus criaturas y demás sandeces para atacar el plátano maduro y asegurarme que la ensalada rusa se repartiera en porciones matemáticamente idénticas. Antes de sentarme, había negociado los intercambios del hígado que tanto odiaba aunque me costara una de mis adoradas aceitunas.

Justo con el plato servido, todas listas para comer. Mi primo, feliz, anunciaba:

“Abuelita, me hace falta un tenedor…”

Mi abuela ni siquiera levantaba los labios y ordenaba a alguna de las tres:

“Lévantese y tráigale el tenedor a Rodolfo…”

Y la víctima tenía que hacer la pirueta completa, dejar el plato servido, expuesto a los ladrones, caminar hasta la cocina y traer el tenedor a Rodolfo que mientras tanto mecía las piernitas por encima de la silla que le quedaba grande y comía con las manos mientras la sierva de ese día le hacía llegar su cubierto.

Yo veía aquello con malos ojos y confiaba que por la edad, apenas dos años mayor que Rodolfo, no me tocara nunca tan humillante tarea. Pero me tenía que tocar y me tocó:

“Anda vos y le traés el tenedor a tu primo”

En lugar de aceptarlo con servilismo, me alcé contra siglos de machismo latinoamericano, boté el plato al levantarme y me puse a gritar a pulmón partido:

“PORQUE PUTAS TENGO YO QUE IRLE A TRAER EL TENEDOR A ESTE HUEVÓN, AH?? QUES, QUE ACASO ES MANCO, CIEGO, RENCO, SORDO, PARALITICO ESTE HIJUEPUTA?? NO PUEDE CAMINAR TRES METROS A LA COCINA POR EL PUTO TENEDOR?? TANTO LE PESAN LOS HUEVOS???”

Mi abuela me clavó los ojos y no me dijo una sola palabra. Rodolfo siguió meciendo sus piernitas gorditas debajo de la mesa como si no hubiera sido con él lo de mi declaración de independencia. Mis primas ni siquiera apoyaron el connato de rebelión… siguieron comiendo como si nada.

Todos esperaban que me diera cuenta de que nada servía el escándalo, que yo, de todos modos, iba para la cocina por el tenedor del chiquito y era más bien afortunada de que mi abuela solo me hubiera censurado con los ojos, porque esa explosión mía era digna de eso de recoger los dientes del piso o dejarme la boquita viendo para el culo, como solía decir ella para corregir los hocicos de alcantarilla de sus díscolas nietas.

Fúrica, me encaminé a la cocina pensando cómo y en dónde clavarle a Rodolfo el tenedor para que se abstuviera de por vida de esos vicios de pachá. Pero el dolor de haber sido ignorada fue más fuerte que yo, y se me salieron lágrimas de la cólera. Con el tenedor en la mano, me senté en el piso de la cocina a compadecerme un ratito porque no les iba a dar el gusto de verme llorando por algo como esto.

Mi abuela entró en la cocina y me levantó del piso y me sentó en sus regazos y me acarició el pelo igual que como otras veces en que yo había estado muy triste. No me dijo nada. Pero yo sí le dije algo entre lágrimas y mocos jalados:

-Es que no entiendo. ¿Porqué nos mandás a nosotras a servirle? ¿Qué querés?¿Convertirlo en un tirano? Los machistas son malos, abuela, malos. A él nada le cuesta hacerse sus propias cosas.

Mi abuela me respondió con sabiduría:

-Sos vos la que tiene que entender. Vos no le servís a él. Es él el que no sabe cómo hace nada. Que te sirva de lección para la vida, Sole, que a los hombres se les hace de todo no porque manden o sean más fuertes, es simplemente porque son unos inútiles.

Desde entonces, no discuto nada de estos roles y cuando me siento revoltosa, recuerdo que no es que yo me esté dejando, sino que les ayudo a disimular sus deficiencias y los dos estamos contentos.

Seguí­s leyendo?

Cosas que una sabe

Hay cosas que solo las mujeres sabemos. No es un tema de sexismos. Es un tema de realidades. Tampoco sabemos de dónde las aprendimos ni quién nos las enseñó. Es como si vinieran con la condición de ser mujer y que la habilidad se desarrolla o desenvuelve en algún momento de la vida cuando ese código se hace necesario.

Una sabe por ejemplo:

Lo que le emputa a las otras mujeres. Y que todas tenemos la potencial facultad de hacer esas cosas que le emputan a otras mujeres solo para hacerlas rabiar de los celos y no porque les interesen los bienes o parejas de la prójima. Se considera de mal gusto hacer esas cosas que una sabe que molestaría a otras mujeres y nunca se parte que la conducta de la otra es inocente. Las mujeres no tienen conductas ni inocentes ni subconscientes. Saben perfecto lo que están haciendo. Y cuando lo hacen para molestar a otras, son simplemente, unas grandes putas. No hay discusión posible al respecto.

Una sabe hacerse la tonta, la inútil y la desvalida. Y disfrutar en secreto de los esfuerzos del baboso que se cree el cuento y se cree más capaz porque es más fuerte o sabe cambiar una llanta. El baboso no se da cuenta de que se le usa y cree que causa una buena impresión y que será muy amado por eso y que – pobre iluso- se le necesita. En realidad, su uso, como diría mi abuela, es circunstancial y para que no se den cuenta de que al final, ellos son los inútiles.

Una sabe cómo manipular a todos a su alrededor y los canales de comunicación que debe de usar. El toque se hacerse la sensible, la existencialista, la simplemente contenta, la curiosamente deprimida, la nostálgica, la payasa, la ofendida, la dolida, la todo. Existe una sola voz sincera en sus adentros que rara vez comparte con alguien que no sea ella, a lo máximo algún amigo varón de una relación no sexual y que no sea su pareja.

Una sabe que le emputan las mujeres más lindas que una, y que aunque les reconozca públicamente belleza, por dentro desea que se caigan de culo en media calle y se pone a la temperatura máxima la caldera del odio hacia esa otra. Una sabe que siempre está expuesta a que las demás le encuentren mil defectos con tal de bajarle el piso. Una sabe que nada importante se le cuenta a otra mujer. Que otra mujer es la primera sospechosa de una traición grande, que no se debe esperar lealtad de otras mujeres y que las mejores amigas son, en realidad, los hombres. Una sabe que las otras son siempre rivales y en raras ocasiones, cuando se comportan como hombres, posibles amigas con períodos de prueba de cincuenta años.

Lo que nunca Una se esperó, es que en los setentas, surgiera una traidora al género que lo pusiera por escrito y alertara a las víctimas de todos estos ataques y estrategias. El caso más sonado de espionaje de mecanismos jamás reportado, pero que por suerte, fue acallado rápidamente. Hoy, de vez en cuando, surge alguien que reconoce en susurros conocer el libro de El varón Domado, de Ester Vilar, otherwise known como la traidora a su genéro. Lo lanzan como un comentario al viento para ver si transforma a la audencia que escucha en medusas furiosas que lo acallarán a gritos.

La fama de Ester Vilar la sepultó el tiempo, las acusaciones de machista y de lesbiana. Lo que sí es cierto, es que al leerlo, a una le da un colerón horrendo que esa mujerzuela se haya atrevido a revelarle al mundo esas cosas y espera en secreto que aunque sean ciertas, sea como esas teorías de conspiración que podrán ser ciertas hasta la última letra, pero que nadie las cree por demasiado voladas… aunque sean reales.

Labores con el libro: Primero: Soportar estoicoamente su lectura y reconocer nuestros errores y hacer el firme propósito con palabra de una, de esa que dura dos días, que enmendaremos our evil ways. Dos: evitar que la pareja o víctima potencial en la mira lo lea, porque suelen reaccionar con miradas de sospecha y dolor al darse cuenta que han sido utilizados como un vil títere de peluche. Tres: regalarlo a la pareja de alguien a quien uno tenga en la mira, para inculcarle la espinita de la rebelión y la insurrección, cortando al yugo opresor que lo mantiene bajo el zapato. Cuatro: prestarlo a los buenos amigos diciéndoles: todo lo que dice es cierto. Me da mucha vergüenza, pero es mejor que lo vayás sabiendo y hagás las cosas diferentes para tus hijas.

A aquellos interesados, tengo copias piratas y reminiscencias de mis conflictivas lecturas de la recomendación literaria de esta semana. Podemos reunirnos a discutir sus méritos. Eso, sí, advertidos todos, sin alusiones personales.

Seguí­s leyendo?

julio 18, 2005

Pregunta que vi en la TV

¿La luz de Dios nos guía o nos ciega?

Seguí­s leyendo?

julio 16, 2005

Here Kitty Kitty

Mi muy estimado Mr.former President de los Esclavos Unidos:

Permítame que por este medio concrete yo el atrevimiento, primero de escribirle y segundo de hacerle la propuesta que de a seguido se detalla, que más que indecente es el resultado de mucho pensamiento, hambre acumulada y seguimiento de su carrera política desde los años de su primera administración.

Y si me atrevo es que porque después de que el mundo entero se dio cuenta, veinticuatro horas al día vía satélite y en directo de que al final Mónica no se le prestó y se tuvo que contentar usted con introducir otra cosa que no fue precisamente el instrumento presidencial y que para las preliminares la gorda se ponía en varas y en lugar de tragar escupía haciendo mierda el vestido azul, no sería de extrañar que ande usted todavía ayuno de cariño por los bosques del estado de Nueva York, y eso, señor expresidente, es una injusticia…

Aunque normalmente usted hubiera calificado de affaire imposible y amorío platónico per semper, un solo vistazo al perfil griego de Mónica me tiene convencida a mí y a todas las mujeres que le hemos llevado ganas durante esos demócratas años, de que usted le entra a todo lo que se le arrime, le dirija la palabra y corra más rápido que Hillary. A menos claro que lo suyo sea una perversión por las gordas ordinarias y chismosas con cara de chayote, en cuyo caso, sería un patrón preocupante y los sabores tropicales no tendríamos oportunidad alguna.

Yo siempre lo he defendido de los fundamentalistas de la moral que dicen que usted fue mal presidente solo porque fue tan bruto de admitir que usted suele ser blanco de calenturas que lo dejan guindando (calienta pichas les dicen en mi barrio). Y sostengo ante todos que lo suyo fue una historia de amor real en que esa mala mujer jugó con su cariño y sus esperanzas y lo dejó pensando que moriría solito, con presa acumulada, o peor, mal acompañado.

Ponga cuidado: Aquí se le ofrece metro ochenta de escultural altura para escalar embelesado por los caminos aciagos del amor carnal y apariencia de amplias carnes aunque sean efecto óptico porque estoy más bien flaca. Aquí sí se va a poder morder los labios… de contento. No usamos boinas extravagantes que llamen la atención de periodistas curiosos. Prometo de veritas no contarle a nadie, excepto para rajar con el cuento, pero nunca si me están grabando y cualquier cosa nos ponemos de acuerdo para lo de los abogados, que en eso, hasta descuento le hago.

Para las audiencias del impeachment no me voy a hacer la secreta ni a decir que éramos amiguitos de mano sudada. Sostendré ante la Suprema Corte si es necesario, que usted coge con la fuerza de los búfalos que sus piligrimos antepasados exterminaron junto con los indios de las praderas de su gran nación, que rinde generosamente a pesar de los años, que en los momentos cumbres se escucha en Dolby sourround aquello de ain’t no mountain high enough y que sí, que sí son ciertos los chismes de que usted era blanco por fuera y puro sabor negro por dentro.

Sépase que antes de yo hacerme vegetariana y usted tener prohibiciones dietéticas, compartimos gustos por las porquerías de Mierdonalds que confirma que estamos hechos el uno para el otro. Su acento sureño me trastorna como a cualquier audiofílica que se respete. Le ofrecemos chistes finos y piernas largas. Por ser usted no me molesta dormir ajeno y aunque sea de one night stand, me la juego. Eso sí, me cuenta historias de sus años de hippie y de cómo se bailó a toda la CIA para saludar a Fidel en aquel hotel aquel día así como al descuido. Sé imitar voces y para su cumple le ofrezco desde ya, a lo Marilyn, aquella de japiberdei Mr President que dejara a JFK… cómo es que es esa palabrilla? Ah, sí. Rima con pasmado.

Tiene además la adicional ventaja que al suscrita entiende de esas cosas sexapilosas y ya estamos enterados de las cosas que por la edad, el by-pass, las hamburguesas y la promiscuidad pueden afectarlo y a todo le sabemos el toque. Ya hasta mi amigo M me explicó que la torcedura de bastón que tanto publicitara la Mónica no es impedimento y que acomodando todo cabe. Por esas mismas razones, me veo obligada a recordarle que la forrada protege.

Vea que no es por interés ni status, porque se lo digo ahorita que usted no sale en los periódicos a menos que esté internado y poder de ese de destruir al mundo ya no le queda. Tampoco es por los dotes de académico porque en estos 5 años, que yo sepa, no se ha abierto una sola biblioteca que lleve su digno nombre. A las que le ponen Jefferson algo no cuentan. Se llaman así por otro Mr. President que también le daba por eso de poner los cachos.

Convénzase y déjese querer with no artificial ingredients. Costa Rica te espera con mayor apertura que la que tendrá para el CAFTA. Venga y transíteme esta ancha alameda. Oiga, y aquí si es cierto que es turismo aventura del bravo. Apúrele eso sí, antes de que lo alcancen los años y el obelisco requiera de las fuerzas vivas de la viagra.

Quedo a la espera de su atenta respuesta y adjunto en el sobre para mayor información foto de la suscrita ligera de ropas, según me instruyera el guarda de seguridad de sus oficinas en Harlem ante mis ruegos de subir al piso suyo a echarle un ojito.

Cuando quiera,

Sole

Acan-Efe Former president Clinton caught daydreaming

and pondering on Sole's loud and clear proposal.


Seguí­s leyendo?

julio 15, 2005

¿Torturador?¿Quién yo?

Entonces este general de ojos rubios y pelos rubios y de sajón lenguaje se vuelve y en algún hearing del congreso del imperio se raja a decir masomenos así (la memoria me falla en una que otra coma):

Si bien es cierto lo humillaron, le dijeron que su mujer, sus hijas y su madre eran prostitutas, le colocaron ropa interior de mujer en la cabeza, le dijeron que era homosexual y los otros prisioneros lo sabían y le colocaron una correa de perro y lo obligaron a caminar en cuatro patas y hacer trucos de propios de perros, y eso se puede considerar conducta inadecuada y hasta incluso mortificante, también es cierto es que no se le causó dolor alguno y por ende no se le torturó y más bien conseguimos información valiosa para las investigaciones del 9-11".

Todo esto, a un pobre don nadie que lleva casi tres años de hospedaje forzoso en una de las jaulitas del Caribbean Deluxe Resort que según el ejército gringo tienen ellos en Guantánamo donde el Manager de Client Confort es el mismo angelito que pasó por Abu Gharib y ese sí que recibió su merecido por todos estos desastres y violaciones a los derechos humanos: lo ascendieron y tiene un puesto de escritorio en el Pentágono (yes, dear, with your tax money and the dollars they pay for my country’s bananas)

Agradecido debería estar que al menos en el interrogatorio donde lo humillaron con cosas que para su cultura (y yo creo que masomenos como para la de cualquiera) son denigrantes, le quitaron esos aditamentos especiales que les impiden ver nada, escuchar nada y sentir nada y no precisamente para concentrarse mejor; otra de las ventajas de ser un invitado del limbo judicial de W y sus secuaces.

Entonces no era tortura. Y uno de injurioso acusándolos de cosas que no son. ¿Ves qué fácil se arregla todo con modificar las definiciones? No puede el resto del mundo libre andar por ahí comiéndoselos vivos. NO SEÑOR!! Primero revisa los cambios de los significados de las palabras y luego abre la bocota y levanta el dedo acusador.

De lo contrario es difamación y si a Homeland Security le parece que además es indicio de animus antiamericanus vienen y se lo llevan secuestrado para interrogarlo en algún país compa de ellos de esos en donde la tortura aun no se prohíbe formalmente, pero no para torturarlo sino para infringirle tratos denigrantes que como que no producen dolor físico en sentido estricto NO SON TORTURA. También le pueden revocar la visa y se acabó ese viajadera para ver al ratón Miguelito.

Así que, avispado Generalísimo (Pinochet) y demás torturadores reciclados, que con estas nuevas definiciones, sale usté con todos los honores y sin que esa barra de comunistas trasnochados logre su cometido de ensuciarle su digna labor de salvamento de la patria: Si se desmayaron del dolor con la picana o quedaron inconcientes de la pateadura con la que les sacaron la cresta o las violaron en shock o drogadas, ya fuera un milico o un perro, que yo en eso casi no distingo, ni se angustie: en estado de coma no sintieron nada, y por eso tiene usté razón cuando dice que mienten los cuatrocientos mil que según usted no fueron torturados.

No queda más que citar a Benedetti que escribió esto cuando la tortura era como las de antes, calidá de la Academia de las Américas, cuando los gringos hacían bien las cosas, asesoraban militares ajenos, otros se ensuciaban las manos por ellos y no tenían que limitar el lenguaje:

“Un torturador no se redime suicidándose, pero algo es algo”

Seguí­s leyendo?

Pleitos tengas, Dean

Hoy me siento orgullosa.

Y no sé si el con el orgullo ciego de madre que ve a su retoño vestidito de ratón gris con dientitos de cartulina haciendo el ridículo en el escenario escolar o

Con el orgullo satisfecho de la mente criminal de ver el hecho perpetrado, en mi condición hasta hoy revelada de cuasi coautor intelectual, instigador y cómplice por el hecho de que el Bart Simpson o enfant terrible de la blogsfera local, La Suiza centroamericana ha sido mencionada en un website de la Universidad de Harvard (snif! snif! lágrimas de alegría), al igual que otro blog tico, The News Star.

De hecho la mención en cuestión, de no ser porque le hacen un hyper link a La Suiza bordea peligrosamente el plagio, tendencia que en nuestras delusions de grandeza nos había parecido ya deducir de algunos artículos de La Nación, cuyos comentaristas y periodistas, nos consta en persona, también leen La Suiza.

Se confirma esa tendencia del periodismo gringo de verificar en blogs locales cuál es el sentimiento de una nación ante ciertos hechos. Y en Costa Rica solo encontraron dos, quién sabe en cuál directorio que se refirieron para el asunto. Tá bueno. A mí que ni me busquen que yo me dedico a escribir mis cuentitos y fantasías y hablar de insensateces de las aventuras de los colibríes, de mi perrito y a terapiarme la obsesión con Chile. Solo de vez en cuando me meto a opinar de política o de actualidad nacional en serio. Cuando no tengo ganas, leo a La Suiza o a los periódicos.


No faltará el serrucho que afirme con desprecio: “Pero ese web (el de Harvard) nadie lo ve”- justificando su envidia y reconociéndose como dignos representantes del deporte nacional de bajar el piso. Puede ser. Pero el hecho innegable es que en Harvard leen a La Suiza y muy pocos podrían decir lo mismo, incluyendo a la suscrita. Bueno y también lo leen en el INCAE, en el PAC, en la Casa Presidencial y en otros lupanares de semejante prestigio. Al igual que a la familia, el bloggero no puede escoger a sus lectores. Pero deberíamos tener una categoría así como “most likely to be read and quoted at least once in Ivy League Colleges in USA” en los premios nacionales que han sido anunciados por mi amigo Shan .

“Es que el mae de La Suiza es pro-TLC/reaccionario/facho” bueno, sí, ¿y qué? Al menos lo reconoce sin tapujos y lo fundamenta y justifica con argumentos.

Yo, que no me caracterizo precisamente por ser pro-sistema ni de la derecha ideológica, he aprendido mucho de las disertaciones electrónicas y las discusiones en vivo que hemos sostenido con Dean. Y me ha servido para cuestionarme si lo mío es una oposición real, centrada, racional, estudiada o justificada, producto de un proceso serio de análisis o simplemente es que me cae en las bolas y me hace maromitas en el medio una posición, una conducta o una actitud del contendor. Lo primero decía el Che que era obligación de todo aquel que se autoproclame revolucionario aunque sea en la condición de seguidor pasivo. Lo segundo no pasan de ser pataletas de malcriados que no llevan a ninguna parte. Y de previo quedan todos avisados: Lo digo sin alusiones personales.

A Dean le cuadran esos enfrentamientos de argumentos en todas las sedes, incluso la ciberespacial a grado tal que el que debió ser litigante es él y no yo. Yo no me pongo en esas porque sinceramente me da pereza, por ejemplo, ponerme a discutir con alguien que le han lavado el cerebro por años, el daño que hace el “régimen” cubano al cometer la violación a los derechos humanos con la injusticia de impedirle al pueblo usar jeans Tommy Hillfiger de esos de anuncios racistas. Eso se lo dejo a los marxistas con vocación de mártires del convencimiento de las huestes alienadas de la América de Bolívar o a los troskos que comparten soluciones un toquecito más violentas y/o voladas.

La pregunta del millón, sobre quién es Dean, esa sí se queda sin respuesta. Primero porque el conocer la identidad del autor no le resta validez a lo que escribe, si se quiere hasta mantiene la objetividad. Además, las discusiones de argumentos no necesitan identidades sino fuerza y apertura de cualquiera de las dos partes a escuchar a las otras y reconocen cuando deben ceder. Lo segundo, es que al mae no le da la gana decir quién es y sus razones tendrá y los demás, ni modo, a respetar se ha dicho. De hecho, creo que al revisar los blogs, son contadas las excepciones que dan mayor detalle en su profile y si los demás saben quienes son es o porque se conocen de antes o se han conocido en las reuniones de bloggeros. Digo yo. Simples elaboraciones téoricas mías. Podría ser que me equivoque. ¿Porqué no? ¿acaso tengo la obligación de ser perfecta y estar siempre en lo correcto? (jejejejeje)

Sos una sierva de Dean” O una chupamedias. Ya me parece estar oyendo a las voces del odio. Lamento desilusionarlos, pero ni una ni otra. No trabajo con Dean, no dependo de Dean, no tengo relación alguna más allá de la amistad con Dean y aunque puede parecer noticia de primer impacto, a veces la gente habla bien de los demás por gusto y cariño y no por compromiso e/y/o interés. Y si alegrarse de los logros de los amigos imaginarios es ser soplas, pues entonces sí, me va la definición y no me da pena ni voy a dejar de decir lo que estoy diciendo, tamos?

Así que de nuevo Dean, aunque sea un logro chiquitito, me alegra mucho que allende de Peñas Blancas y Paso Canoas alguien más te (nos) lea y te alce broncas extrafronteras. Como dice Pedro, el amigo de el buen Yuré : Pleitos tengas y los ganes!! Salú!

Seguí­s leyendo?

julio 14, 2005

Muelle Vergara

Hacía frío. Por eso, para mí, es como surrealista aquello. En las playas nunca hace frío. Por lo menos en las playas de mi país. Y hasta ese día, en cualquier otra playa que yo hubiera visto, pero todas las había visto en verano. Esta no. Iniciaba primavera y brillaba el sol blanco y olía el aire a otra cosa, a algo que no conocía y hacía frío. En mi país no hay primavera, ni otoño. Solo verano e invierno. O llueve o no llueve. Pero nunca esto.

Tanto, el frío, que los dos usábamos abrigos. Yo boina y bufanda y guantes incluso, en una mano. Con la otra me sostenía fuerte a él dentro del bolsillo de su abrigo, para que me guiara a través del frío. Tanto, que iba de nariz roja y orejas heladas, las botas gruesas, caminando por la playa, por la arena, vestida de invierno. Me reclama el cuerpo: En la arena se camina descalzo, me dice.

Hacía viento. Mucho. Se me enredaba, rebelde, el pelo en la cara. Me cortaba la piel, me peleaba cada paso, me hacía resistencia, encrespaba al mar helado. El no se enoja con el viento. Le sonríe y el hielo lo abraza. El frío me gusta. Así somos los hombres del frío. Azules y fuertes y solos como ese mar.

-Decime, ¿porqué el mar es frío? Donde yo vivo, es tibio.

Caminamos por el muelle. Ese día estaba un poco vacío. Pero cerrabas los ojos y el viento traía las risas de los niños en verano con un helado en la mano. El canto del vendeglobos. La voz de la abuelita que los cuida desde la banca. El beso de los novios. Hoy, están cerradas las tiendas cachureos...
“Chunches” – le digo -“en mi país les decimos chunches a los cachureos”.

Los cafés del muelle, como el olvido, están llenos de memorias de otros tiempos. ¿Te dije que estaba empezando la primavera?

Me dice “Se llama el Muelle Vergara. ¿Te gusta?”

Estoy tan lejos. El está en el centro de su país que es su mundo y que para mí es otro universo. Yo estoy con él y aun no lo creo.

-Contame ¿qué se siente crecer en el fin del mundo? ¿Es cierto que aquí es el confín, donde todo se acaba? ¿Cómo era todo cuando había dictadura?

-Te digo si me cuentas de las mariposas amarillas. ¿Cómo son las palmeras en tu país? Dicen que allá la gente se ríe todo el día y se tocan para hablar y bailan esa música. ¿Sabes? A veces siento nostalgia de trópico, nostalgia de ti.

Yo vine por un sueño. Porque recién el sábado fue 11, hace 31 años y fui a la marcha, con la camiseta del Chicho y la foto de Alvaro Duque, detenido desaparecido, en el pecho. Vine a cantar, por todo lo alto, el Venceremos y las consignas. Vine por Víctor y por el Miguel. Vine por la Agrupa y por Gabi. Vine por La Moneda en llamas. Vine por que yo tenía que pisar las calles nuevamente de lo que fue tu capital ensangrentada. Vine por la UP. Y me terminé quedando por vos.

Un milico. Un asesino, me corrige. Entrenado para matar.

No me quiere. Lo sé porque me lo dijo clarito con todas sus letras. Y si me descuido, me lo repite. Tampoco me importa. Pensé que sí me importaría y hasta me sentí mal un minuto e hice la escena acorde. Luego recordé que la vida no era novela y fue cuando me di cuenta y por eso, de verdad, te lo digo en serio, no importa. Basta con esto. Que me diga amor, me tome de la mano, me abrace para dormir y me mienta cariño. Total, yo también le digo amor y entonces jugamos a que yo me creo el cariño de engaño. No importa. Son solo 10 días. Hoy es el número ocho. Te advierto, que a pesar del jueguito, es posible que llore en el aeropuerto y me hagás falta (te eche de menos), y algunos días, te extrañe con fuerza. Porque hay una cosa que no me miente: el deseo.

Hay cosas que se quedan esculpidas en los ojos de la memoria. Como ahora que se apoya en la baranda herrumbre del muelle, con las manos en el vacío, viendo el mar. Gris el abrigo, grises los ojos, gris el cielo (¿Te conté que estaba empezando la primavera?) y la sonrisa a medias. La piel blanca, muy blanca, roja por el frío. Mi color es morena. No trigueña. Es distinto. A veces me dicen negra.

Hay definiciones que no son palabras. Son hechos, son recuerdos. Algo así como esto se debe sentir ser feliz. Me dice que el destino dirá si volvemos a vernos. No le contesto porque tendría que decirle que no se engañe, que eso a lo que le dice destino no es ni enigmático ni incierto. Es lo que hacen los hombres cuando tienen voluntad.

Y el mar. El mar golpeando el muelle. El mar tentando a la playa. El mar muy frío. El mar y el olor a mar y a playa y a él y a éste país. El mar con olas picadas, verdiazules, salpicando de espuma al muelle y a mí, cada vez más seguidas, cada vez más fuertes. El mar enorme e igual. Con el mismo ritmo, la misma cadencia, el mismo son, la misma fuerza, el mismo crescendo de la embestida y de la posesión que se anuncian, que presiento, que me inundan, cuando me dice al oído en voz baja y grave, en las noches o en las madrugadas heladas “Quiero entrar en ti”.

No sé si te dije que estaba empezando la primavera.


mv.

Seguí­s leyendo?

julio 13, 2005

La expulsión

Cuando eran los mil novecientos treintas, los barullos de las escuelas eran los mismos pero eran distintos porque en las escuelas estábamos todos los del barrio. Con zapatos o descalzos, éramos lo que hoy se llamaría con orgullo diversidad de orígenes y caldo de cultivo de una sociedad utópica sin distinciones pero que en aquel tiempo era un simple revoltijo de chiquillos de pantalón corto y rodillas con raspones y nadie tenía consciencia de las diferencias, con algunas excepciones. La de la clase de religión por ejemplo.

Sor Amelia entraba seria y amargada, con ese aire reprimido y represor del que hace lo que no quiere pero lo tienen obligado y empezaba a pasar lista. Nuñez, Padilla, Rojas, Ramírez, presente… pero había apellidos que eran impronunciables para ella y para nosotros, pero para nosotros no era enredo porque nunca los tratábamos por el apellido y eran simplemente Abraham el de mi grado, Salomón el que estaba en tercero en la clase de al lado o los polacos.

La monja montaba en furia de bíblicas proporciones cuando semana tras semana, notaba la presencia de Abraham en la lista y lo veía sentadito en su pupitre con cara de Pacífico. Era casi una rutina: la monja leía el nombre y se atragantaba en el apellido y se levantaba de la silla con el ceño fruncido y con el brazo en ristre como dios echando a Eva del paraíso (que me contó mi abuela que la echaron por puta, pero que en la misa no lo dicen porque las malas palabras son pecado) y bramaba:

- Vos, asesino de cristo, salí inmediatamente de esta aula!!

Y Abraham sin mayor alboroto, dejaba los cuadernos en orden y salía por la puerta del aula y se sentaba calladito a hacer dibujos en la tierra con un palito que tenía guardado mientras todos los demás adentro repetíamos letanías de arrepentimiento y como loras nos confesábamos responsables de todos los males del mundo incluyendo los malos pensamientos y nos hincábamos humildes ante el poder de ese dios que todo lo sabía y que me castigaría hasta por las cosas que yo talvez hubiera pensado que no eran tan terribles, pero bueno, una cosa es lo que yo pensara y otra lo que ese omnipotente concluyera analizando mis pecados.

A mí me quedaba cerca la ventana y veía a Abraham sentadito en las gradas, con el sol dándole en la cara, siguiendo con la vista una mariposa o admirando las montañas. Y lo envidiaba. Podríamos estar jugando equiscero en la tierra, haciendo carreteras para los carritos o las pistas de canicas, pero no. El estaba libre, afuera, y yo aquí adentro, encadenado a la fe de mis ancestros.

Un jueves como todos los jueves la monja sacó a Abraham de la clase y antes de que se pudiera sentar en su gradita de siempre, se escuchó el portazo del aula de tercer grado y sacaron a otro de los polacos que con cara de sorprendido se quedó detenido en el umbral de la puerta y recién se dio cuenta de que Abraham lo había precedido. Yo escuché lo que hablaron, porque como estaba cerca de la ventana…

- ¿A vos también te sacaron?- preguntó el de tercero

- Ajam… contestó Abraham sin darle casi importancia mientras se rebuscaba en la bolsa el chinche que yo le había regalado.

El de tercero seguía perplejo.

- Mirá, pero… ¿vos conocés a algún Jesús o algún Cristo?

- Nop… le dijo Abraham, ya ocupado en otros menesteres y calculando cuánto faltaría para el recreo.

- ¿Vos has matado a alguien?- insistió el primero, desubicado ante la expulsión y tratando de encontrarle sentido.

Abraham hizo memoria unos tres segundos.

- No, que yo me acuerde no- respondió muy convencido.

- ¡Qué raro!, ¿verdá?- concluyó el de tercero

Abraham se encogió de hombros y le ofreció un pedacito de melcocha de vino. Y los dos se quedaron ahí, cada uno en su gradita, viendo correr el tiempo y sin una idea clara de porqué las monjas amargadas sacaban a los polaquitos de las clases y los trataban de asesinos.

Seguí­s leyendo?

julio 11, 2005

Disclaimer

Siguiendo el ejemplo que en un reciente post me diera mi amigo Dean, y a la luz de los recientes eventos en los comments de “El informe” considero conveniente señalar:

Que yo, SOLENTINAME, en ejercicio de todas mis facultades mentales formalmente declaro que los escritos que se incluyen en este blog no siempre corresponden a la vida, real, actual o propia de la suscrita. Que muchos de ellos son producto de la imaginación, reflejan situaciones ajenas o condiciones que nunca existieron. Que escribo desde hace muchos años y que en ocasiones se postean escritos, cuentos o poemas que no coinciden con mi realidad actual o que fueron escritos en el pasado, inspirados en historias que escuché, personas que conocí o que inventé, producto de lo que altaneramente me atrevo a calificar de inspiración. Que el tono de los escritos varía como ejercicio literario y que bajo ningún concepto deben entenderse como pistas directas a mi pobre estado psiquiátrico o indicios de trastornos en la conducta o en la personalidad.

Que en lo personal considero errado y arrogante formarse una idea de alguien solamente a través de lo que escribe, vive, vivió, vio a otros vivir o imaginó, mucho menos para darse el tupé de hacer un análisis personal que además de improcedente es ampliamente irrespetuoso. Que los comentarios que se hacen a los posts se entienden dentro de esos límites de ilusión y fantasía mezclados a medias con la realidad y con mucha exageración de mi parte que en forma educada se ha dado en llamar licencia literaria para no decirle mentiroso a un aprendiz de escritor.

Que este blog podrá mostrar algo de mí en la porción libre de imaginación que no se indica cuál es y que procuraré no indicar nunca, pero está lejos de ser un blog estrictamente personal o apegado a la realidad y que en razón del principio de respeto a la privacidad ajena, los detalles reales o que no se comentan se reservan para mí y mis allegados virtuales o reales.

Que disfruto mucho con los comments, incluso con los anónimos, siempre y cuando no se cruce la frontera del respeto que debe existir entre las personas y las ideas. Cualquier ataque personal o consideración ofensiva puede hacerse en otros lugares que no requieran anónimos y de frente, para facilitar una discusión real.

¿Muy abogadil? De fijo. Pero a veces, como decía el Che, se requiere el poder de la violencia para contrarrestar la violencia del poder, sobre todo si el poder lo da el escondite de lo anónimo.

Pronto y para mayor claridad ilustraré aspectos que me pudren hasta la médula, como el verbo hermano, de la salvación de cristo y el amor de diosnuestroseñor y la dizque conciencia de género de feministas trasnochadas que se arogan mi representación y conocimiento de la psique solo por que ambas tenemos vagina. He dicho.

Seguí­s leyendo?

julio 09, 2005

El Informe

SE RINDE INFORME

Lic.
Fiscal Adjunto
Fiscalía del II Circuito Judicial
Ministerio Público

Señores
Consejo de Fiscales
Ministerio Público

Estimados señores:

El suscrito, José Joaquín García Araya, en mi condición de Fiscal Auxiliar de la Unidad de Delitos Sexuales de la Fiscalía del II Circuito Judicial, con el debido respeto manifiesto:

1. Que estando el suscrito de turno de conformidad con el rol que al efecto lleva la Secretaría del Ministerio Público, el día sábado 16 de los corrientes, al ser aproximadamente las once de la noche, recibí un mensaje en el beeper asignado por la Fiscalía, en el que se me indicaba que procediera a la mayor brevedad a llamar al Juzgado de Turno de este Circuito Judicial.

2. Consciente de que lo anterior constituía parte de mis labores como Fiscal de turno, procedí de inmediato, informándoseme que se había presentado una situación en la que, por la naturaleza de los hechos, era necesario que se presentara la Fiscalía, toda vez que los oficiales del OIJ de turno no tenían la autoridad suficiente para hacerse cargo del caso


3. En razón de lo anterior solicité que uno de los vehículos del Poder Judicial procediera a recogerme en mi domicilio, sita en Moravia, para trasladarme al lugar de los hechos. Aproximadamente veinte minutos después de la solicitud, el vehículo placas 198765 procedió de conformidad con lo solicitado. Dicho vehículo era conducido por el oficial Carlos Alberto Marín, quien se encuentra asignado a la Unidad de Fraudes del Organismo de Investigación Judicial, pero que ese día se encontraba de turno.

4. Al preguntarle sobre los hechos, el oficial Marín me informó que en sus veinte años de oficial en servicio nunca había visto nada parecido, y que le parecía increíble, pero que con el fin de no afectar la objetividad del criterio que debe primar en las decisiones de la Fiscalía, prefería abstenerse de realizar cualquier al respecto. Me informó además que en razón de las condiciones particulares de la escena del crimen, tanto él como su compañero optaron por acordonar el lugar, impedir el acceso a la víctima y el victimario, y evitar cualquier tipo de entrevista o interrogatorio no oficial que posteriormente podría considerarse como prueba espuria, dañando el resultado del caso. Además se me informó que no era necesario contar con órdenes de allanamiento, toda vez que el sospechoso había solicitado la intervención de ese cuerpo técnico (el OIJ) y voluntariamente había accedido al ingreso de los oficiales a la vivienda.

5. Nos apersonamos en una casa ubicada en San Pedro de Montes de Oca, Barrio La Granja, del Abastecedor La Casita cien metros al sur, casa esquinera, con caseta de guarda al ser aproximadamente las 12:20 a.m. Dado lo avanzado de la hora y la cantidad de vecinos presentes, giré órdenes para que procedieran a su dispersión a fin de que no pudieran afectar la recolección de evidencia o las acciones de esta autoridad.

6. Al ingresar por la puerta principal, a mano derecha se encuentra una extensa sala comedor, y contra la pared oeste de esta sala, en esquina con la pared norte, se encuentra un enorme sofá en forma de L, color mostaza, de tela similar a la gamuza, sobre el cual se encontraba la víctima desnuda, sentada en posición recostada, sosteniéndose las rodillas con las manos, y oculta la cabeza entre las piernas. Informan los oficiales a cargo del caso que desde que llegaron la encontraron en esa misma posición y que no ha parado de llorar desde ese momento.

7. La víctima es una mujer, entre los 28 y 30 años de edad, alta, delgada, de cabello negro, sin cicatrices o tatuajes evidentes y que ayuden a su identificación.

8. En el comedor de la vivienda, visiblemente afectado y molesto, se encuentra el propietario de la vivienda y testigo sospechoso, posible imputado. Al momento de mi llegada está usando solamente jeans y una camisa abierta, se nota descalzo. En vista de la situación de la víctima, preferí darle más tiempo de recuperación y con la anuencia del sospechoso, cuya firma en esta acta así lo confirma, procedí a su interrogatorio. Valga señalar que se le hacen al sospechoso todas las advertencias legales del caso, indicando éste que toda vez que se trataba de una entrevista sin consecuencias legales, prefería rendirla de una vez sin llamar a un abogado.

9. Informa el sospechoso que conoce a la víctima hace más de diez o más años, desde que fueron cogeneracionales universitarios. Que en ese tiempo mantuvieron una relación que no se atrevería a calificar como noviazgo, y que de conformidad a la descripción brindada corresponde más bien a una relación erótica intermitente que se desarrolló por casi cinco años, con encuentros no planeados, sin ningún orden establecido. Que la víctima aparentemente sí se involucró emocionalmente, ya que reaccionaba de forma fuerte y dolorosa ante cada separación y en cada encuentro insistía nuevamente en que se formalizara su relación, llegando incluso a los extremos de hablar del sospechoso como su pareja, aunque nunca existió relación carnal entre ambos o de ningún otro tipo. La víctima además lo llamaba por teléfono cada cierto tiempo para insistir en sus ruegos.

10. Continúa relatando el sospechoso que por cosas propias del destino, tomaron caminos diferentes, ella formalizó una relación con un sujeto no identificado, y volvieron a tener contacto casi cuatro años después de su último encuentro. Indica el sospechoso que para su sorpresa algún tipo de cambio se había operado en al víctima, quien ya no parecía tan insegura ni tan desesperada por sus atenciones, sino mucho más agradable, centrada y madura, y tuvieron la oportunidad de hablar al respecto en un almuerzo breve en el antiguo café El Ruiseñor ubicado en el Museo de Arte de La Sabana. Que a pesar que era su intención mantener contacto, nuevamente se perdió, en razón de que él viajó a los Estados Unidos de América para hacer un postgrado, donde se quedó durante el lapso de tres años.

11. Que durante ese período de tres años, en una ocasión visitó el país y tuvo la oportunidad de ver nuevamente a la víctima e incluso, salir una noche con ella, en los primeros días de enero del año 2000. Que iniciaron una serie de caricias y besos, y que planeaban concretar la relación sexual en la casa de la víctima, pero que esta se arrepintió alegando que mantenía otra pareja y que no podía hacerle eso a este tercer sujeto, cuya identidad, nuevamente, el sospechoso desconoce. El sospechoso pide que se consigne en el acta que en realidad no era asunto suyo la vida de la víctima, toda vez que él únicamente estaba interesado en su cuerpo. Al preguntársele si la víctima ostentaba aun esa condición o actitud distinta, el sospechoso así lo confirma. Indica que nuevamente perdieron contacto hasta el mes de noviembre del año 2002.

12. Que en ese mes nuevamente se contactaron vía correo electrónico, y aprovechando que el sospechoso residía ya en el país en forma definitiva, aprovechó pata invitar a la víctima a cenar a su casa, el lugar de los hechos. Que la víctima accedió, completamente consciente. Que ese día, después de cenar, ambos procedieron a mantener relaciones sexuales con el consentimiento y anuencia de la víctima, sin que fuera necesario, según el dicho del sospechoso, recurrir a ningún tipo de fuerza, coacción o coerción. Señala el sospechoso como dato curioso que ese primer día, la víctima lloró, a criterio del sospechoso, de la felicidad de ver finalmente una relación de tantos años consumarse.

13. Continua diciendo el sospechoso que a partir de entonces, con cierta regularidad la víctima visita su casa, y mantienen relaciones sexuales. Que han evitado, durante estas reuniones, mantener discusiones sobre sus formas de pensar, ya que durante los primeros encuentros se hizo evidente que el pensamiento del uno distaba diametralmente de la del otro, y que no tendría ningún sentido seguir una discusión ideológica entre dos personas cuyo interés era exclusivamente sexual, o al menos así lo pensaba el sospechoso.

14. La víctima insistía en guardar silencio sobre sus relaciones pasadas, así como ante preguntas que pudieran indicar sus criterios o pensamientos, y obstinadamente insistía en abstenerse de tomar licor, de fumar, usar drogas o quedarse a dormir en la casa del sospechoso las noches de sus visitas, a pesar de que la víctima vive bastante cerca, a menos de un kilómetro.

15. Que hoy, día de los hechos, se llevó a cabo un encuentro de la naturaleza aquí descrita y que tal y como lo habían hecho en el pasado, mantuvieron relaciones sexuales, esta vez en el sillón de la sala, el cual cuenta con las dimensiones apropiadas, tal y como lo venían haciendo con frecuencia durante los últimos encuentros.

16. Que el sospechoso, en aras de procurar un ambiente propicio para sus actividades lujuriosas, bajó las luces y puso un disco de Miguel Bosé, “Sombreros”. La víctima no se quejó, ni puso reparo alguno y de hecho no parecía haber notado la música hasta que sonó una de las canciones del disco compacto, ante lo cual, la víctima cesó de repente sus actividades, se separó con fuerza del sospechoso y puso atención a la canción en cuestión, paralizada por completo. El sospechoso notó la incomodidad de la victima y al preguntar lo que ocurría, la víctima reaccionó con violencia y empezó a llorar desesperadamente, hasta que él decidió, en razón de lo ocurrido, llamar a la policía. Y hasta ahí su testimonio. Durante todo el tiempo la víctima se negó a contestar sus preguntas, a pesar de que el sospechoso intentó en el mejor de los tonos, según afirma, determinar la razón de semejante alboroto.

17. Al preguntársele al sospechoso si medió violencia en su relación con la víctima, insiste en que no. Al preguntarle sobre la canción que desató el incidente, señala que no la recuerda con exactitud, pero que es parte del disco compacto citado, el cual se secuestra en este acto como evidencia. Le solicito al sospechoso todos sus datos, advirtiéndole que podrá ser llamado por la Fiscalía en cualquier momento, así como que tiene derecho a abstenerse de declarar. El sospechoso señala que sale con frecuencia del país y teme por un eventual impedimento de salida o prisión preventiva. Se le indica que no es algo que le corresponda al suscrito decidir, sino al correspondiente juez de turno.

18. Habiendo cumplido con esa diligencia, procedo a pedirle a todos los oficiales de turno y recolección de indicios que abandonen el lugar para hablar con la víctima y proceder a su entrevista. Una vez evacuado el lugar, me coloqué al lado de la víctima y antes de que pudiera indicarle mi condición o siquiera el propósito de la entrevista, la misma procedió a contar su versión de los hechos.

19. Señala que ha escuchado toda la versión del sospechoso y que la confirma en todos sus extremos. Indica que el sospechoso desconoce, en efecto, su ideología y los motivos que la llevaron a verlo de nuevo. Indica que en Noviembre del 2002, recién experimentaba la separación de una pareja, una relación conflictiva pero intensa, y que el trauma lógico que de ello se deriva, había resultado especialmente duro para ella. Que en razón de que el sospechoso entró nuevamente en su vida por azar, aceptó reunirse con él, con la esperanza que ello la hiciera olvidar de su relación perdida. Que en efecto en el primer encuentro lloró recordando a la persona que perdió y por el triste y torpe efecto de las manipulaciones del sospechoso, a quien no se atrevió a señalarle su evidente inexperiencia y problema de eyaculación precoz, aspectos que evidentemente no le constan al suscrito.

20. Que accedió continuar con las visitas, a pesar de que el sospechoso le resulta repulsivo como persona, para combatir el dolor y la soledad. Que considera al sospechoso como una persona egoísta, vacía, superficial, racista, consumista, materialista, egocéntrico, narciso, malcriado, ignorante, pedante, insoportable, sin compasión, frío, oportunista, platero, abusivo, con delirios de grandeza y complejo de superioridad, pero que en razón, precisamente de esas características, evitó al máximo discutir con él sobre temas difíciles, toda vez que fue evidente que el sospechoso mantenía las mismas posiciones que la víctima le había conocido desde su época universitaria, como la discriminación contra minorías, particularmente judíos y negros, críticas ácidas e infundadas hacia los movimientos sociales y la justicia social en general, un desconocimiento e ignorancia pasmosa de la historia y los eventos mundiales; y un consumo desmedido del licor y ciertas drogas ilícitas, específicamente marihuana, lo que lo llevaba con frecuencia a repetir historias conocidas, hacer chistes sin gracia y otras conductas igualmente molestas para la víctima.

21. Previo a seguir con el relato de la víctima es necesario señalar que el suscrito ordenó a los oficiales del OIJ realizar una revisión superficial disimulada de la vivienda, ya que a falta de una orden de allanamiento propiamente dicha, no era posible, de conformidad a la jurisprudencia de nuestros tribunales de justicia, realizar la requisa correspondiente para determinar la existencia de drogas ilícitas en la casa.

22. Que la víctima, confiando en que un tipo de ese nivel podría servirle como anestésico del corazón y de los principios, intentó por todos los medios adaptarse, ajustarse a esa vida, darse ella por equivocada y tolerar otras posiciones ideológicas distintas a la suya, incluso sonriendo cuando se desacreditaban y se hacía burla de los principios que para ella no eran ajenos, sino muy queridos. De esta forma, señala la víctima, si lograba superar lo que denomina “sus cosas” y acomodarse a este mundo (refiriéndose al estilo de vida del sospechoso), pronto olvidaría los compromisos propios de dónde venía y viviría una vida anestesiada e inconsciente como la que tenía cuando primero conoció al sospechoso.

23. Que hoy, el día de los hechos, la víctima estaba preparada para proponerle al sospechoso, a raíz de su insistencia, la formalización de su relación, y si era posible, fijar de una vez la fecha de su suicidio ideológico, o sea, de su matrimonio, Que en plena relación sexual, sonó, aunque en la voz de Miguel Bosé, la canción “Causas y Azares”, cuya versión original informa a la víctima que corresponde al cantautor cubano Silvio Rodríguez, y que según señala la víctima, indica en su primera estrofa:

Cuando Juan, despertó esa mañana
No sabía, oh alma querida
Que la luz de esa clara ventana
Era luz de su último día

24. Que el sonido y la letra de canciones tan representativas para la víctima, en este ambiente preparado para la víctima para olvidarse de todo, produjeron el efecto contrario, y le evocó haciendo que todas las sensaciones reprimidas, todos los pensamientos censurados, todas las palabras no dichas, le brotaran del pecho concentradas en un sentimiento que la víctima describe como “dignidad” o la “furia de un dios” y en la sensación de asco hacia sí misma por su comportamiento con el sospechoso durante los últimos meses, lo que le provocó una sensación única de náusea. Que no pudo seguir más con lo que hacía y tampoco pudo evitar empezar a llorar y no se pudo detener. Que sin que ella se diera cuenta, el sospechoso, probablemente ante lo ocurrido, llamó a la policía. Todo eso por una canción, que según dice la víctima, ni siquiera era de sus favoritas.

25. A criterio del suscrito, a manera de comentario general, y sin que ello pueda ser interpretado como un adelanto de criterio o un posible conflicto de intereses, valga señalar que la víctima, en su relato, era evidentemente sincera y era fácilmente palpable su dolorosa condición así como la encrucijada moral en la que se encontraba.

26. Procedo entonces a hacer el interrogatorio de rigor para determinar si el sospechoso incurrió en alguna actividad o conducta de naturaleza que pudiera configurar un delito. La víctima me interrumpe y me indica que ella es abogada, y que fue Fiscal en el II Circuito, y que conoce bien en el procedimiento. El oficial Marín confirma el dicho de la víctima, indicando que, ahora que lo recuerda, personalmente colaboró con la víctima en varias de sus diligencias como fiscal de la Unidad de Estafas del II Circuito Judicial.

27. Señala la víctima que si bien es cierto todos los actos sexuales fueron consentidos y que no existe delito de esa naturaleza, a su criterio, subyace el delito de lesiones gravísimas, previsto y sancionado en el artículo 126 del Código Penal.

28. Al preguntarle las razones de su criterio, y toda vez que el suscrito no encontraba relación entre los hechos y la calificación y no había otro fiscal superior a quien realizar la consulta, la víctima me recuerda que una de las condiciones objetivas de las lesiones gravísimas es impedir la posibilidad de concebir en el futuro. Le indico a la víctima que eso es de mi conocimiento, pero que sería necesario verificar por la vía de la Medicatura Forense, esa incapacidad y relacionarla con la conducta del sospechoso; y que, a juzgar por las evidencias a ese momento, era dudoso que se hubieran generado las condiciones que le impidieran a futuro concebir.

29. La víctima me recuerda que conoce bien los aspectos procesales penales y de prueba, pero en este caso, psiquiatría forense y no medicatura, la que sería competente para determinar lo que para ella es evidente, sea, que en razón de todo lo ocurrido, la relación con el sospechoso, las condiciones del mismo, su intento de autosuicidio del ego (tentativa de suicidio, hecho también tipificado) y demás condiciones; la canción puesta por el sospechoso le había reprimido en forma inmediata y definitiva, el deseo de mantener relaciones sexuales no solo en particular con sujetos del perfil del sospechoso sino en general, por lo que las posibilidades de engendrar le estaban, a partir de ese momento, vedadas. Indica que, a su criterio, el sospechoso era consciente, al menos en algún grado, de sus esfuerzos de olvido y anestesia, y que a pesar de ello, de forma intencional y a sabiendas de las consecuencias de sus actos, destruyó su delicado equilibrio con la canción citada. Indica que eso es clara señal del dolo del sospechoso, de su intención de dañar, o al menos, de su culpa al no ejercer la diligencia debida para que ella, la víctima, no se viera expuesta a situaciones que podrían traer al suelo la relación y el esfuerzo hasta ahora planteados.

30. En razón de lo anterior, solicita se proceda a tomar formal denuncia y a otorgarle fecha para la correspondiente cita en el edificio de Ciencias Forenses ubicado en San Joaquín de Heredia. Asimismo, solicita se le informe a la mayor brevedad posible del fiscal asignado al caso con el fin de solicitar una audiencia con el mismo. Indica que conoce los derechos que en su condición de víctima le otorga el Código Procesal Penal, que ratifica en todos los extremos la denuncia y que desea delegar el ejercicio de la acción civil resarcitoria en el Ministerio Público, siempre y cuando se le permita escoger el fiscal a cargo, ya que todos los de la oficina de Defensa Civil son antiguos conocidos.

31. En razón de lo complejo del caso, es que el suscrito tomó la decisión de someter al conocimiento de la Fiscalía Adjunta y del Consejo de Fiscales la situación descrita, la cual supera la competencia, el conocimiento y la experiencia del suscrito, a fin de que sea ese cuerpo colegiado, basado en su experiencia y conocimiento, el que determine si los hechos descritos constituyen un hecho tipificado, y de ser así, se determine además a cuál Fiscalía le correspondería tramitarlo.

32. No omito mencionar que, dada la naturaleza particular del caso, no existen ulteriores testigos de los hechos, y que toda le evidencia recolectada por la Unidad de Indicios del OIJ, así como por el suscrito, se encuentra las órdenes del Juzgado de Turno del II Circuito Judicial, debidamente rotulada.

33. Dejo así rendido el informe solicitado, no sin antes ponerme a las órdenes del Consejo Fiscal para cualquier aclaración o extensión del mismo.


San José, 18 de abril.


Lic. José Joaquín García Araya
Fiscal Auxiliar
II Circuito Judicial

cc. Fiscal General

Seguí­s leyendo?

julio 08, 2005

Celos

No, ya no lo quiero para mí.

No, ya no lo veo como algo mío.

No, no hay ninguna confusión, ya las cosas se hablaron claro.

Pero si veo a esa perra ordinaria acercársele una vez más, tocarlo una vez más, restregársele una vez más, decirle vulgaridades una vez más, ofrecerse una vez más...

Le saco los ojos con las manos.

Seguí­s leyendo?

julio 07, 2005

Costo de oportunidad

El cree que encontró a dios
No sabe que me perdió a mí.

Seguí­s leyendo?

julio 06, 2005

Avisos económicos.

Se alquila. Corazón. Indispensable pala, escoba, cariño y paciencia para recoger pedazos. Se aceptan mascotas y niños que se llamen Santiago.
Motivo: a) fin del idilio raro. b) crisis existencial y/o soledad. c)viaje interior d) todas las anteriores.
Precio a convenir.

Seguí­s leyendo?

julio 05, 2005

Capacidades

Un hombre es incapaz de recordar el cumpleaños de la pareja, el nombre del menor de sus hijos, bajar la tapa del baño, pagar los impuestos, quitarse la pintura de labios del cuello de la camisa, las fechas de aniversario, lavarse los dientes, las promesas y/o compromisos, decir por favor o con permiso, el almuerzo que había coordinado, contestar con otra cosa que no sea monosílabos, las cosas que te molestan, una dirección (cualquiera) exacta, recoger las medias del piso o de tu color favorito.

Pero siempre recuerda el cine de su primera película porno: Center City. Paolo Il Caldo.

Seguí­s leyendo?

La carrera

En 1960, se inició la carrera lunar. Solamente dos países tenían el poder y la ciencia para llevar a un hombre hasta la luna: Estados Unidos y la Unión Soviética, y los dos querían llegar de primeros.

Había que preparar muchas cosas, motores, cohetes, comidas, trajes espaciales, y hacer muchos cálculos de matemática y física y exámenes médicos a los hombres que harían el peligroso viaje.

Los americanos les decían astronautas; los rusos, cosmonautas. Eran hombres preparados, muchas veces pilotos, y con un enorme conocimiento sobre el espacio.

Irían a las estrellas, visitarían el espacio y se pasearían por la luna. Sus apuntes serían muy valiosos cuando regresaran a la tierra. En Estados Unidos, uno de los científicos tuvo una duda:

- ¿Cómo van a escribir los apuntes?- preguntó

-¡Pues con lapiceros!- respondieron todos.

- No es tan fácil- dijo el primer científico- Como en el espacio no hay gravedad, la tinta del lapicero flotará y no se podrá escribir con ella.

Nadie se había dado cuenta de ese detalle. En Estados Unidos, todos los preparativos tuvieron que atrasarse hasta que se encontrara una solución a tan delicado problema, porque viaje al espacio sin apuntes, no valía la pena. Se invirtieron miles de dólares, se contrataron ingenieros, especialistas, fábricas enteras dedicadas a la investigación de cómo inventar un lapicero que funcionara en el espacio, sin gravedad, para que la tinta no flotara y se pudiera escribir. Después de dos años y mucho, mucho dinero, lograron la meta.

Era muy tarde. Los rusos habían llegado primero. ¿Sabés que hicieron para solucionar el problema del espacial lapicero? Simple. Usaron un lápiz.

Seguí­s leyendo?

julio 04, 2005

Duda y evidencia para el Tío Sam

La duda: ¿Y para los que todavía les dependen o siguen majados bajo la bota cómo para cuándo la independencia?

Lo evidente: "Toda relación de dependencia genera hostilidad"


Seguí­s leyendo?

julio 03, 2005

Instrucciones

Una tarde, hace 17 años, cerró las cortinas y la puerta y quedamos en la penumbra.

- Para oír esta música, tenés que tirarte en el piso y acostarte con los brazos y las piernas extendidas y cerrar los ojos ¿Ves? Así. Y antes de tirarte, prendés una velita.

- ¿Para qué si vamos a cerrar los ojos?

-Es que como esta es una experiencia sensorial no hace falta ver la llama, con sentirla basta. Tons, ya tirada en el piso, empezás a respirar profundo y te relajás. Avisame.

- Listo

Y apretó el botón de play y por primera vez oí

Breathe… breathe in the air…

Los escuchamos muchas tardes más y en una noche memorable en la que no hubo que cerrar cortinas ni ojos porque nos tendimos a la orilla del Arenal.Todo el cielo reflejaba el lago oscuro y flotamos en círculos entre el lago y el cielo, entre dos juegos de miles de estrellas, y protegimos del viento con las manos desnudas la única velita que se mecía al ritmo del rock progresivo.

“…don’t be afraid to care…”

Encontramos los acetatos de todos los discos viejos y descubrimos las historias del integrante que en las crisis se creía el jardinero oficial de la reina y rondaba los jardines de Buckingham reglando rosas a los curiosos y admiramos a los ex alumnos de la Academia Real de Música por escoger caminos distintos y discutíamos si las canciones te podían empujar a la droga o ese efecto calmante era producto de otra cosa o si nos estaría lavando el cerebro. Y vimos la película y elaboramos mil teorías porque nos daba pena reconocer que la admiración no cubría nuestra ignorancia. Y para su cumpleaños y para el mío, nos regalamos las letras de los discos escritas a mano que yo, no sé si él, todavía guardo.


“… leave, but don’t leave me”

Yo seguí las instrucciones mucho tiempo aunque después supe que el ritual sobraba, pero a mí no me sobraba porque siempre me recordaba al maestro que me lo enseñó y al lago.

“…look around and choose your own ground”

Por eso, ayer que los vi en vivo en la pantalla de mi computadora, todos geriátricamente juntos de nuevo, cantando mis canciones y las de él, quise tirarme al suelo ahí mismo en la alfombra y extender las piernas y los brazos y cerrar los ojos y prender aunque fuera un papelito.

Y aunque no lo extraño y es parte del pasado, fue en él en quien pensé y en otro que siempre he tenido lejos cuando se me erizó la piel y susurré al ritmo, detenida a medio camino entre el canto y el llanto wish you were here.

Seguí­s leyendo?

julio 02, 2005

Pico de oro and me

A propósito del encuentro titánico entre el Padre de todos los zorros y sho, y para preservar la intimidad ajena y la propia, nuevamente hice la labor de elucubrar conclusiones y por el momento, sin perjuicio de señalar más en el futuro, he llegado a las que a continuación se detallan:

A las poquitas personas con las que comenté lo que se avecinaba, no tuvieron empacho en echarse la lengua al hombro - estoy segura que por buenas intenciones y en afán de proteger a esta toluda - para decirme que es un gran perro.

Aunque en el fondo agradezco la preocupación por mí, también me dejó pensando que casi nadie mide el impacto de un chisme. Porque nadie ofreció pruebas tangibles al respecto ni recordaban casos concretos. Dos reconocieron, antes de abrir la boca, que era chisme y que no me lo tragara a la pura bulla. Los demás lo dieron por sentado como un hecho cierto.

Hubo uno en especial que me dijo “Tené cuidado...”, así, cuchicheado y como si me fuera a encontrar en el fauno alboratao nivel Viagra 2007 en persona y no con una persona como cualquier otra. Además, a estas alturas, decime, ¿Qué putas voy a andar cuidando?

Los que como yo, alguna vez han sido víctimas de las lenguas viperinas ajenas, probablemente lo entiendan. Los demás, me tildarán de malagradecida por hacerme la sorda a la advertencia.

En este caso, al Zorro en cuestión ni le ofende ni le molesta ni le destruye la reputación, más bien vacila y alardea con eso y es un halago que aun se le considere de peligro y de admirable pegue con las mujeres y no un viejo verde cochino.

El día D, hicimos un reconocimiento clandestino del terreno de batalla, ayudada por mi espía estrella que infiltré en la zona. Todo parecía normal y confirmamos con anécdotas de los vecinos que el sonido fuerte se filtra a través de las paredes y los pisos e hice la nota mental de mantener las cosas de a callello en caso de que la cosa, en efecto, se pusiera peluda.

Ese mismo día, el garañón llamó a confirmar las cosas, pero cambiando el lugar del rendez vous a una cafetería sodita que le queda muy cerca de la casa y sin dar razones del cambio.

“¡Se arrepintió del ataque!”- pensé yo, algo decepcionada, lo reconozco.

Curioso como las mujeres siempre andamos pensando en qué hacer para no dejarme coger por esa rata y cuando la rata desarticula las presunciones de cama a la vista, se toma como un jab a la autoestima. A la vez, un suspiro de alivio de no tener que hincarle el diente al inocente conejito que seguirá esperando en su refri el día en que desalmados lo vean como carne tierna y no como un ser que algún día estuvo vivo y saltaba libre por los campos.

Y entonces fui y comimos crepas de chocolate y esta vez hablamos cosas interesantes de política y elecciones y acusaciones de expresidentes y acciones del Ministerio Público y el poder de la prensa y la crisis institucional y demás hierbas. Y pude comprobar, in tuta personae y de a viva voz, que es, indeed, una persona brillante e interesante. Se defendió de las acusaciones de comemierda diciendo que solo le falta comer con cuchara. Y no me aburrí.

Ya en el fondo del asunto, que se refiere puntualmente al plan de guarever goes, fase 1, he de reconocer que me salió con la mejor hablada que he visto en mucho tiempo, y para peores, altamente creíble.

No sé aun si estoy convencida o no, pero es mucho mejor que la parla de mierda usual del gato cazador que acosa al ratoncito y lo usa de chilindrín haciéndolo rodar con gran escándalo de una pata a la otra mientras le miente y le dice que no es que esté jugando con él sino que lo quiere mucho.

Además, a raíz de un micro evento adicional que no voy a comentar, me pareció intuir que tiene algo que me gusta mucho que no sé si ubicar en la sección de clase, consideración, caballerosidad, qué-toque, o – sí, es un cliché barato- romántico.

Si me decido a creerle, pensaría que es cierto todo lo que me dijo y me sentiría extrañamente halagada. Si todo es mentira, igual me quito el sombrero porque fue demasiado hábil.

De creerle depende que rompa en tres mil pedazos el raincheck y lo tire sonriendo al viento. De creerle, depende además que espere impaciente, como lo han hecho las de mi género por siglos, la señal de humo, los tambores, la carta, las flores, el mensaje, la llamada o el correo electrónico donde me diga que quiere verme otra vez, aunque sea por solo un momento.


Seguí­s leyendo?