Mucho más temprano que tarde, de nuevo se abrirán las anchas alamedas por donde pase el hombre libre para construir una sociedad mejor.

febrero 15, 2007

¿A dónde?

En una llamada en conferencia de las pichacientas que he tenido en los últimos diez días, le ruego encarecidamente a los clientes que terminemos el tema antes de este viernes, porque el lunes me voy dos semanas de vacaciones.

Uno de ellos, metiche, atrevido e igualado, en esa forma en cierta forma simpática que tienen de ser los gringos, haciendo conversa y genuinamente sorprendido, me pregunta:

"Y a dónde se va uno de vaciones cuando vive en Costa Rica?"

Es decir, la publicidad del ICT funciona. Somos el destino paraíso. Todo extranjero ha venido a Costa Rica o conoce a alguien que haya venido a Costa Rica o que sueña con venir.

Como el prospecto del viaje me quita el estrés y hace que el corazón me lata más rápido, le digo:

"No sé los demás. Yo, el lunes, me voy para Chile"

Así que dense por notificados. A partir del lunes se reporta laif desde las mismísimas Anchas Alamedas.

Para el Antídoto, es el Regreso, así con R mayúscula, al país que lo vio nacer y que luego se vio obligado a abandonar, gentil cortesía del difunto Generalísimo.

Vamos a hacer realidad una promesa de hace ya un tiempo de "Yo te muestro mi Chile y tú me muestras el mío"

El título del viaje es "Toda rodilla se doblará" y estoy empacando kleenex y guantes para cuando me vaya a saludar a los pingüinos allá abajo en Chiloé.

Prometo fotos si logro superar barrera tecnológica.

Dejo así rendida mi explicación de tantos días de silencio y promesas de post pensados y rumiados pero no publicados por falta de tiempo.


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febrero 04, 2007

Horror

No fue el aroma familiar de consultorio de dentista, ni la posición recostada que me deja impotente, ni el babero ofensivo para las babas, ni la tensión insoportable de las manos con los nudillos pálidos aferrados a los brazos de la silla, ni el sonido asesino del taladro, o el piquete punzante y largo de la aguja de la anestesia, ni la luz cegadora y amarilla que me obliga a cerrar los ojos y perderme en eso oscuro que hay en mis ojos, ni las manos ajenas cubiertas de látex que se obligan dentro de mi boca, ni el dolor que presentía, ni la amenaza de enviarme a un especialista, ni el riesgo de una extracción sangrienta, ni las lágrimas que siempre se me escapan, ni el panorama de aquello que me iban a hacer ese día, de la lámpara de alcohol encendida.

Fue cuando sentí un olor fuerte y presente a carne asada y salivé en automático, con antojo y con hambre.

Fue cuando se me hizo agua la boca ante el olor tentador de los pedazos de encía, de mi propia boca, cauterizada.

Ese fue el horror.

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febrero 02, 2007

Frivolidades

A mí, las aguas negras del imperialismo yanqui, en su versión light, prefiero tomarlas a temperatura ambiente, sin hielo. Hago todo un alboroto al pedirlas "Me la trae natural" "Pero está caliente..." "Yo sé. Natural y sin hielo, por favor" "Es que todas las tenemos ya enfriadas..." "Buéh, ni modo, qué se le va a hacer". Y cuando creen haber escuchado mal y me ponen el vaso sacado del congelador, con escarcha y cuatro kilos de hielo o me la traen con hielo incluido, muy decente la devuelvo y se repite una versión ligeramente distinta del diálogo anterior que inicia con "Le dije que la quería natural...."

Todo eso porque me molesta que el hielo, al deshacerse, diluya el sabor. Además, ocupo pajilla. Una clara maña o tal vez ya una neurosis.

Si viene en medio litro, me dura mucho tiempo mientras me voy tomando sorbitos según el antojo. La conservo cerrando bien la tapa. Nada de refrigerador

Y cuando me pongo gourmé o chineada o nostálgica o caprichosa, nada como una cherry Coca Cola para calmar los ánimos o para caldearlos. Un gusto definitivamente adquirido y solo para conocedores o adictos. Prefiero prestar a Fuser que compartir mi cherry coca cola.

Se consigue en el Automercado. No me decido si escribirle a la casa matriz para ver cuándo empezamos a importar la diet cherry, con y sin vainilla, con y sin cafeína, versión light tradicional y con splenda.

Atrás, Víctor Jara me canta "Si quieres conocer a Martí y a Fidel... si quieres tomar ron pero SIN Coca Cola... a Cuba, a Cuba, a Cuba iré".

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