Mucho más temprano que tarde, de nuevo se abrirán las anchas alamedas por donde pase el hombre libre para construir una sociedad mejor.

diciembre 15, 2007

La Moneda, 9 am

Están cambiando la guardia frente a La Moneda. Los turistas toman fotos y videos. Yo no soporto ver botas militares y morisquetas prusianas de disciplina marcando el paso, mucho menos aquí y como la más tonta, lloro y exijo que nos vayamos.

Hay muchos viejitos pidiendo dinero en las esquinas, en el metro, como congelados en el dolor de su pobreza y su soledad. Este es el desarrollo que yo no quiero.

Hay muchos perritos callejeros. A todos los saludo, a riesgo de pulgas y otras cosillas que les brincan en el lomo.

Hay mucho sol. Ando sombrero, bloqueador y el corazón en la mano.

3 Comments:

Blogger ilana said...

gracias por esta imagen y por llevarnos con vos en tierras lejanas y queridas...

11:42 a. m.

 
Blogger Beto said...

No hay como la "fotografía verbal" pura y sin ambages de alguien que se expresa con sinceridad. Un antídoto (no pun intended) contra esa imagen sin mácula del "milagro chileno" que algunos por aquí insisten en vendernos como la pomada canaria.

Pero igual, como en todo lado, también hay mucho que ver y admirar. Yo personalmente espero darme la vuelta por esas tierras más pronto que tarde.

9:43 a. m.

 
Blogger L. YURÉ said...

Ojalá alimentasen pordioseros con lo que gastan en pertrechos. Sería hermoso asignarle un “zaguate” y un soldado a cada viejecito. Un militar que, a riesgo de pagar frente a un pelotón de fusilamiento, se viera obligado a velar con dignidad por el anciano, quien es de todos modos la verdadera historia patria.

11:17 a. m.

 

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