Mucho más temprano que tarde, de nuevo se abrirán las anchas alamedas por donde pase el hombre libre para construir una sociedad mejor.

febrero 01, 2006

Sole shot the sheriff...

But I didn’t shoot the deputEeEeEE… Y tampoco tuve oportunidad, porque policías, ni uno.

Pos sí. Fin de semana (si RHAC o no RHAC es asunto mío. La privacidá ajena se res-pe-ta, carajo!) en la Limona of all places. Adjunto mis breves impresiones caribeñas de los momentos breves también en que dejé el breve espacio con restos de humedad en que no estuve en esos momentos breves – como ya dije- que anduve jeteando con mi silueta dibujada por las calles del pueblo en cuestión.

El clima: Los que sabían de meteorología y que fueron debidamente consultados, dijeron que el tiempo iba a estar divino, que de fijo se despejaba y habrían fin de semana de espectacular verano. No paró de llover después del Braulio Carrillo. Siguió lloviendo a cántaros tres días seguidos con breves intervalos de no más de diez minutos apenas para secarse la ropa y volverse a empapar. El mar estaba picado, revuelto y café oscuro. No se veía el cielo azul intenso del caribe. Se veía una pared de nubes enojadas y grises.

Ni cantaban los pajaritos. Hacía hasta frío. Casi no pude asomar la nariz fuera de la puerta (Tampoco es que me urgiera). O sea bronceado color tostao morgue.

Y esos cabrones dijeron que sol esplendoroso y caribeño. Aunque pensándolo bien, al final de las cansadas, se los agradezco, cachai? Que siga lloviendo todos los fines de semana que se va una a la playa! Toi pensando si mandarles una canastita de frutas, una botella de guaro, o algo: un recuerdito de agradecimiento o favor concedido por interceder ante San Isidro labrador e impedirle que detuviera el chaparrón.

El pueblo: Me llama la atención que la gente común y corriente que conozco personal o cibernéticamente, hayan mostrado últimamente una marcada preferencia por el caribe en lugar de los tradicionales destinos del pacífico de antaño. Creo que es porque lugares como Cahuita de alguna forma han evitado convertirse en una calle de tres cuadras con sepetecientos mil negocitos de chucherías y de comida y a pesar de los extranjeros o los hostales, aun se mantienen simples. La gente saluda. Las direcciones son fáciles. Rara vez amanecen muertos (pregunten en Jacó para que vean la diferencia) Son poquitas gentes. Yo sí sé que prefiero eso a los megadesarrollos turísticos de aires acondicionados, calles perfectas y tiendas de cadena, donde los nacionales comunes y corrientes nos sentimos tan poco bienvenidos y tan distantes del turismo aventura que se promociona allende de las fronteras.

El ambiente: Aparte de lluvioso, no vi tanto rasta como la última vez que había estado por esos rumbos. Tampoco vi tanta macha, usualmente europea, pudiente y madurona buscando ubicarse al lado de ese rasta ausente y del mito de la abundancia de su aparato. Lo que sí noté con alarma fue, que al igual que en una ciudad al oeste de la Yunai, va caminando uno y re depente lo ataca el tufo de sustancias ilegales en quema. A grandes voces di la alerta del consumo delictivo pero nadie me dio pelota, y cuando vi a alguien reírse, ya me dio vergüenza y acepté que de ese lado del país, que es en realidad otro mundo, lo bueno, lo malo; lo legal, lo chueco; la gracia y el pecado, se miden con límites en diferentes extremos.


Pulpe en Puerto Viejo

Música: Todo el camino bombardié yo con toda mi colección de grandes éxitos de música protesta sudamericana y cubana seleccionada y pirateada por DJ Sole y discursos de mis líderes idos. Quien me oye piensa que si gana Oscar Arias me enmontaño y me convierto en la Comandante Sole, rebelde contra el status quo. Pero no. Lo mío no es la refriega. A mí lo que me cuadra es el sentimiento,

Ya en el sitio, vimos a Walter Ferguson sentadito en el sillón de su casa a puertas abiertas. Entrar al parque nacional y ver a don Walter son de los high points del paseo, y escucharlo en vivo, a must-have del tour caribeño. Pero me pudo más la timidez que arrastro desde épocas adolescentes. Y no me animé a insistir en ir a hablarle mucho menos a pedirle que cantara un calypso aunque me moría de las ganas. Apenas una sonrisilla apenada que según yo decía “meguztamuchozumúzica”.

Mi única queja: El reguetón… al que inventó esa mierda hay que acusarlo por crímenes contra la humanidad y conseguirse un comando suicida que le pegue un buen susto para que los dejé afónicos. La OMS tiene que decomisar toda esa porquería como si fuera virus de viruela. Greenpeace denunciarlo como cualquier otra contaminación asquerosa. Cómo es que esa cosa sustituyó a Peter Tosh y a Bob Marley? Al reggae clásico del Jamaican Sun Splash? En qué momento?

La Jama: Tengo varias recomendaciones. Donde Edith, en Cahuita, que hay que esperarse uno como 400 horas para que le sirvan, pero es a la orillita de la playa y bien vale la espera para un pescado entero a la caribeña que sabe a gloria y evita uno el pecado con Maalox directo a la panza (recuerden siempre llevar mini botiquín cuando van a la playa. Sobre todo si ya no tienen 15 años y les falla la panza o tienen riesgos de jaquecas). Hay otras opciones para atrevidos gastronómicos. Hay para vegetarianos (pero ese día yo andaba en plan de actos corruptos a todo nivel, así que apliqué aquel viejo principio de “Los pescaditos no cuentan como animalitos”).

Café Viejo, en Puerto Viejo, pero advertidos quedan que aunque la comida es super deliciosa, hay que llevar ya el riñón de uno extraído y en hielerita de mano para pagar la cuenta. Old Harbour (hoy Puerto Viejo) solía ser puerto de entrada de piratas ingleses. Lo que les cambió fue el sitio de nacimiento, pero a juzgar por los precios, el resto sigue exacto: business as usual…

Lo más cómodo, sospecho, es alojarse en lugar con cocineta, atacar el super para comprar bastimento, condones y abarrotes y encargarse uno de prepararse su propia chuchumba. Come uno lo que quiere, no se queja de si tenía o no tenía suficiente sal y pimienta o de la porción muy grande o muy pequeña, y si uno es de los que no le da hambre en la paya, con un tallito de apio y medio traguito de agua del tubo se conforma.

En todos los batidos de fresa en agua son de rechupete y los cobran como si fuera whisky de esos de trago caro en longue de hotel cinco estrellas. Pero los valen.


Cultura: No comí el plantitá que tanto recomendó Humo en tus ojos y al que le llevaba ganas enormes. Por la llovedera, el plantintá y el patí de los que tenía hasta direcciones exactas (señora a la entrada del parque) deben haber quedado hechos una sopa. Será para la próxima.

De regreso sí me detuve en la parada de buses a comprar pan bon para amigos y familiares, que desde siempre me ha encantado. Y en el Black Star Line, donde estuvo una vez Marcus Garvey, no pude completar la imagen histórica de la reunión y los ofrecimientos de una vida nueva y libre en África por estar comiendo rice and beans con patacones, y me pudo más el síndrome de abstinencia y en lugar de una hiel, para completar la experiencia limonense, con las manos hice las señas para que acabaran con mi miseria y delirio y me trajeran una coca dieta.

No deja de fascinarme la belleza y el ritmo del jamaican english o meikatellyou. Tiene su propia cadencia. Un secreto que a nosotros nos está vedado. Me gustaría sentarme por horas a escucharlos, hasta que se me impregne ese sabor tan propio que tienen sus palabras. Ojalá que fuera un curso de inmersión profunda con un cuenta cuentos que se sepa todos los de Br’er Anancy, la araña; o de canto gospel.

Precios: O soy muy agarrada o yo soy comemierda de los high-maintenance y pagué precios caros! Green season no es porque llueva. Es porque se paga con billetitos de ese colorcillo uno sobre el otro y sin asco! O porque eso es lo que vale y no porque sea Limón puede pretender uno que sea más barato.

RHAC: Bueno, pues aquí se los quedo debiendo, porque la teoría RHAC indica que para ser una dadivosa de lo suyo y recibir de la generosidá ajena, cualquier lugar es bueno. Es de las pocas veces que no le da a uno la alegadera del precio del hotel argumentando que “No sé pa’qué pago tan caro si casi ni a dormir llego”. A cada centavo se le sacó su provecho. Pero hay que reconocer. Ya lo había dicho Ana en su bosque. Cahuita tiene su toque. Lo recomiendo!

17 Comments:

Blogger ilana said...

Living vicariously my dear, sipi.

5:12 p. m.

 
Blogger Bandidocr said...

Fuiste a Almendros y Corales? y al Maxi a comer langosta y fum....ma...?

5:20 p. m.

 
Blogger Maria said...

Bandido me "robo" mi pregunta. Almendros y Corales es precioso, no se si aún esta Marlon el cocinero de ahí, buenisima comida...Ya me dieron ganas de pasar un fin de semana RHACs ahí¡¡¡

6:07 p. m.

 
Blogger Floriella said...

¡Qué envidia! Es casi lo único que puedo decir. Eso y que espero mi pedacito de pan bon.

6:58 p. m.

 
Blogger Humo en tus ojos said...

Sole, queda pendiente el tour del plantintá... esperemos que no pasado por agua porque no debe saber igual.

10:54 p. m.

 
Blogger Ana said...

Cahuita!! Y es que no me puedo quejar que me lo recuerden tanto, ahí ando leyendo libros que traen el calypso y el rice and beans desde la portada, y lo disfruto y en medio viaje en bus me siento caminando por las calles oyendo a Marley.
Lo del plantintáh voy a ver si lo resuelvo sin tener que ir a Limón, me daré una vuelta por el restaurante de los boboshantis y luego les cuento que tal, highly recommended por varias personas.
En lo de los precios no tengo problema, estoy viviendo mis fines de semana (o semanas completas) vampiros, y cualquier lugar es bueno pero es requisito que sea barato.
Lo dice Sole y lo repito, Cahuita tiene su toque!

11:22 p. m.

 
Blogger Jen® said...

almendros y corales es precioso :). ay, quiero volver al atlántico :(

10:45 a. m.

 
Blogger Jaqui said...

Me recordó mi tiempo de vivir por esos lares (Puerto Viejo)...únicamente habían 2 teléfonos administrados: uno en ATEC, y otro donde el chino, (el del anuncio de la marihuana, si no me equivoco) :D

En cuanto al clima, en Limón, por experiencia propia, sé que NUNCA hay que confiarse puede variar en cuestión de minutos. En cuanto a su gente y cultura, simplemente los hago mias.

En cuanto al reggaeton....me genera añoranza y ... tristeza será la palabra?

12:41 p. m.

 
Anonymous Anónimo said...

Limón en general tiene algo que lo hace especial. Una argentina que tiene una tiendita en Puerto Viejo, ahí cerca del Café Viejo, dice que cuando los gringos se bajan del avión los guías turísticos los mandan al Pacífico: a Manuel Antonio (¡que hasta en el reporte del tiempo de CBS sale!), a Tamarindo, a Jacó, a Montezuma y a alguno que otro descuidado lo mandan a Dominical o Uvita, donde les sangran US$250 per cápita para ver ballenas jorobadas...

... los mandan a todos esos lados, pero no los mandan a esperar media hora para que los atiendan y una hora para que les sirvan la comida. A los gringitos parece que les gusta todo así meta, saque y jale (meta la mano en la billetera, saque fotitos de Grant y Franklin, y jale p'onde sea que los llevan) entonces no se entienden con Limón.

Y se entienden menos con Cahuita. A veces pienso que a Limón le estamos haciendo un favor al no terminar el aeropuerto después de veinte años. A ver si Ósquitar no se va paseando en la olla de leche cumpliendo sus ... ¿proyectos era?

12:41 p. m.

 
Blogger K@ren_cr said...

Ja ja ja ja ja! que bueno que disfruto el fin de semana. Interesante el rótulito de la pulpe... Ve vos!

1:22 p. m.

 
Blogger Solentiname said...

Ila: Pos zi.

bandido: Esas recomendaciones quedan para el próximo tour al caribe. Salvo la de la fumada. Orgullosamente libre de humos de cuaqluier tipo de cigarro(legales o no)desde nuestra fundación allá en los setentas años.

maría: Te lo recomiendo.

Flo: El kinder ya le dio tanda al pan bon. sorry.

Humo: tomo atenta nota de pendientes: almendro, corales, maxi, marlon el cocinero, plantintá...

Ana: me avisás el resultado de intentar plantintá local.

Jen: vuelva, vuelva! no hace falta decirte que vale la pena.

Jaqui: Pues si te dio añoranza es que algo logramos captar de aquellos tus otroras barrios. Yo de haber vivido allá pasaría añorándolo todo el tiempo.

Marcelo: creo que en esa tienda de consumista salí con bolsa y vestido de baño. I can't help it, I'm sucker for suoth american accents. Y no son proyectos, son COMPROMISOS... je!

Karen: Al menos demuestra que en la pulpe no se andan por las ramas.

Pablo: bienvenido.

3:29 p. m.

 
Blogger L. YURÉ said...

¿Todavía hay mecha por esos lares? La última vez que fui creí habérmela fumado toda... /// Me parece te conté que tu gusto por Chile es muy parecido al mío por Tiquicia (mi perro se llama Maje, en casa siempre hay cacique y salsa Lizano para mi versión gitana del gallo pinto... y ya casi hasta choteo...) pero con ese comentario de "rara vez amanecen muertos” me cuestioné mis intenciones de visitar Costa Rica este verano.

5:32 p. m.

 
Blogger Floriella said...

Ah noooo, nada de echar pa'tras en esos planes de visita (apóyenme todos, a ver!) que por acá hay más de uno deseando tomarse una birra con vos, Yuré!

8:56 p. m.

 
Blogger Sirena said...

¿Cuál restaurante de los Boboshantis? y ¿de veras es en el "comisariato" del chino León donde está ese rótulo? Sole: no me digás que no probaste los helados hechos en casa de café viejo... los de menta...
Y Yuré: ¿en qué lugar del mundo vivís vos que no hay muertos? Vení, no seas tan rogado...
Y bueno, en todo caso para los pobres desgraciados que no podemos ir por el caribe pronto, les recuerdo mi recomendación de hace uno tiempo http://politicadas.blogspot.com/2005/06/tan-lindo-ricardito.html aunque ahora cuesta 1100. Está en la Soda el Liceo, costado norte del liceo de Costa Rica.

11:34 p. m.

 
Blogger Oscar said...

Yuré, vos decís fecha y mas de uno por acá nos vamos desde ya a acampar al aeropuerto. En lo que toca a las provisiones para el bong, te apuesto que alguien (mas cerca de lo que imaginamos) debe tener un "stash" de buen material y estar en disposición de compartir con amigos.
De lo de los muertos no te preocupés. Como decía mi abuela: "No hay que temer a los muertos, es de de los vivos de los que hay que cuidarse". ;)

11:01 a. m.

 
Blogger Solentiname said...

Tugo: La respuesta a eso, wueón, es obVia... ;)

Yuré, dicen en Puerto Viejo que recuerdan esa época de escasez como el ataque del Yuré, pero gracias a importaciones y donaciones se recuperaron rápidamente y que te esperan de brazos abiertos. Aquí te protegemos todos y te esperamos de brazos abiertos. Y sí, debemos tener ese mismo nivel de neurosis por países que aunque ajenos, los sentimos muy nuestros.

Flo: Apoyo, apoyo. Vení Yuré, visitanos!


Sirena: Hubiera querido probar los helados, pero desprenderme de una cornea no me hacía tanta gracia.

Oscar: Quedo picada con la identidá del tenedor de sustancias ilícitas, espero que apenas para su propio consumo para que no sea delito.

2:13 p. m.

 
Blogger L. YURÉ said...

(((Sirena))): ni con dos libras de cera Johnson en mis oídos y atado a cuatro mástiles podría desatender a tu consejo.
Oscar: Denme un fósforo y lo único que temeré será la muerte blanca.
Sole: !Mua ja ja ja!

2:27 a. m.

 

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