Mucho más temprano que tarde, de nuevo se abrirán las anchas alamedas por donde pase el hombre libre para construir una sociedad mejor.

septiembre 04, 2006

Maldiciones

Para cruzar de mi oficina al mall, hay que atravesar una calle sin señalización alguna, donde la decencia, el sentido común, la prudencia y el respeto por la vida, indica que el que viene manejando, frena para no levantarse al angurriento cristiano que se dirige al food court por su bastimento.

Pero, como la república independiente de Escazú lamenta que aun existan aspectos tan primitivos en sus tierras como peatones y buses de servicio público, todos los carros locales que circulan por la zona, reconocibles por su placa que inicia con número 6 (de lo reciente), MI (de lo extranjero) o sin ella (evidencia de lo reciente de la compra), hacen que cruzar la calle sea un atentado. Aquí se gana uno la vida todos los días, si logra cruzar íntegro.

Los hombres se detienen solo si el gajo que cruza es de buen ver, por culpa o porque algo recuerdan de la enseñanza de cómo se comporta un caballero. Pero cuando va una dama de asiliconadas proporciones al volante y lentes a lo Jackie O aun en días oscuros, es má spausible que se arreglen los huecos de las calles que la doña se rebaje a detenerse.

Por eso, cuando me veo a punto de ser embestida por semejantes sanguijuelas, que al ver desde la lejanía a peatones como yo, aceleran; igual me lanzo retadora por media calle y las miro fijamente mientras recito lo que he intitulado como mi maldición escazuceña, haciéndoles señas con la mano copiadas de mis lecturas de infancia de gitanos y hechicería:

“Que el carro no sea tuyo ni la plata para comprarlo. Que se descomponga el aire y se te derritan la nariz, la barbilla, los dientes y las tetas nuevas. Que se te olvide todo el inglés y te atragantés con esa papa que andás en la boca. Que cierren para siempre tu tienda favorita en Multiplaza. Que se te devuelva la grasa que se fue en la cirugía. Que tus amigas hablen pestes detrás tuyo. Que tengás una vida aburrida. Que se te dañe el manos libres, el celular, la conexión de cable, el CD y la secadora. Que uno de tus hijos te salga socialista. Y que ojalá tu marido te de vuelta” (Lo último porque llegué a la conclusión que el pobre marido algo mejor se merece).

Rechazo por si acaso las acusaciones infundadas de resentimiento social.

17 Comments:

Blogger maya said...

Buenisima la maldición... a ver si mi memoria se la aprende... eso xq soy peatona x bien de la sociedad...
Saludos...

5:26 p. m.

 
Blogger - Laura - said...

Jaja, no podría ser más cierto!! Mi tiempo viviendo en Escazú me demostró exactamente eso. Qué deprimente!! Y la maldición está buenísima, me la voy a tener que aprender de memoria...

*por cierto, me gusta mucho este blog

5:26 p. m.

 
Anonymous Anónimo said...

Yo debo entender mal la dinámica de ese lado del mundo entonces, porque yo pensaba que sus amigas ya de por sí hablan pestes (detrás y delante de ellas), sus vidas son aburridas y sus maridos les dan vuelta incluso antes de antar jalando.

Maldición maldición para ellas sería "que te quiten la visa gringa, que se pudran tus dólares porque colones ni pa'el guachimán tenés, que te haga una auditoría Hacienda de todas tus sociedades anónimas y que tu casa entonces sea la cárcel, por los siglos de los siglos..."

5:41 p. m.

 
Blogger Caro said...

Por eso mejor no tener mucha plata pero vivir felíz y contento sin tener que pensar que ojala los silicones hayan quedado exactamente iguales a cada lado.
Para que tanta plata si eso igual no les quita la amargazón que se andan.
Mejor andar caminando tranquilo, que si bien no se puede respirar aire fresco, por lo menos uno esta tranquilo de que no se va a quedar varado, de que no se av a atrasar por las presas y de que no le van a robar el vehículo.
Ojalá todos esos caballos de poco ánimo que andan montados en los carros sintiéndose los dueños del asfalto se quedaran de peatones un día y los quiera entonces embestir alguno de sus amigos de "tope".
Tal vez así la gente sería un poco más considerada.

10:40 p. m.

 
Blogger Marcos said...

La verdad es que ya no importa si somos peatones ni choferes. Eso de la cortesía, la decencia y demás demostraciones de cultura se ven cada vez menos, aunque sea un chuzo 2007 o una cacharpita, asiliconada o al natural, diplomática o simple mortal. Así que a tener cuidado, recordá que en este país ser peatón es pecado.

11:12 p. m.

 
Anonymous Anónimo said...

Ja, ja!!!!! Lo mejor de esa maldición es lo del hijo socialista que le recuerde todos los días la falta de decencia que es ponerse una tetas de mil quinientos dólares, ante la realidad social que estamos viviendo del otro lado de la frontera.

6:44 a. m.

 
Anonymous Anónimo said...

Excelente, un ácido delicioso. La mala noticia es que esto me hace recordar
"lo más terrible se aprende enseguida
y lo hermoso nos cuesta la vida."
Ergo, esa (in)cultura aparentemente originada en Escazú se extiende imparable y amenaza con apoderarse de todos los territorios vecinos.
Hacen falta muchas más voces para levantar un muro que los detenga.

8:30 a. m.

 
Blogger djtopo said...

lo irónico de mi caso, es que de las pocas veces que he andado de peatón, me atropelló un taxista porque se brincó el semáforo peatonal, y si, el andar en carro da lo mismo, ya no se respeta a nadie, ni las señales, se perdió la cortesía, y el peatón no se respeta. (claro, hay quienes se creen el hombre plástico porque no usan las aceras, cruzan por donde no deben, también hay peatones irrespetuosos...)

8:56 a. m.

 
Blogger Ana said...

Las maldiciones que escribió Marce están buenas, sin embargo la del hijo socialista me parece genial jajajaja...

9:22 a. m.

 
Blogger Solentiname said...

Maya: entre más seamos, en la de menos desaparece escazú!

mariana: Gracias.

Marce: ves la ventaja de la mía? funciona por adelantado. Seguridad ante todo!

Beto: vecino! corrijo el nombre del sitio a separatista.

DJ: Ah, es que los taxistas, no sé qué será peor si lidiar con un escazuceño de esos o con un miembro de la fuerza roja.

Ana: Tnks! ;)
Caro, Romerix: concuerdo por completo.

Paula: y si le agregamos "socialista y poeta"?

Kosztas: no sé si encerrarlos sea lo mejor. Creo que deben cambiar.

12:57 p. m.

 
Blogger K@ren_cr said...

Puña!!! esta algo grotezca...xq no algo así como " que baje la velocidad al ver a esta preciosidad, que no sea inteligente y se equivoque al acelerar, que me cuide yo mis nalgas que si son natural" O QUE SE YO!...pero bueno...yo sé que uno como peatón, también es insolente....

1:10 p. m.

 
Blogger Heriberto said...

Mujer peligrosa esta Solen,peligrosa y elocuente, la retahíla está muy buena. Es cierto: la situación que denunciás es una mierda en este país que ya ni se sabe ni cuál es ( o cuál será mañana) y, mejor ni lo pienso más porque me va a salir una maldición casi la mitad de buena que la tuya. Mejor me voy a por mi rancho con bastimento ( y "bebida").

1:47 p. m.

 
Blogger Nubes de día said...

Me encantaron las maldiciones y las de marcelo también, lo que pasa es que después de Escazú, hacia el oeste (dígase Pacífico -cercano y no cercano-) ya no se manejan a nombre de ninguna sociedad anónima como Caritas Felices S.A. (la empresa de transporte que jala gente de San José a los suburbios de Pavas) sino que todo se resume en Californian Villages, Euroinventions y cosas como esas...
Por otro lado el tico está acostumbrado a estar a la defensiva, digase peatón o conductor, así que remedio no hay.

Te deseo un semáforo en frente de tu trabajo, no más podemos pedirle a la vida.

2:41 p. m.

 
Blogger Adrián Solís Rojas said...

JAJAJAJAJAJA!!!!

...(después de agarrar aire)...

Increíble, increíble la maldición. Mirá, está muy buena.

A mí me parece que en lugar de choferes en este país lo que hay son jugadores de juegos de video, en donde el objetivo sea aplastar (o tratar de hacerlo) a cuanto peatón tenga la mala suerte de pasar por ahí.

Yo por eso, en el único lugar donde me siento seguro cruzando las calles (que normalmente es de una forma totalmente a lo bestia) es en La Liga. (Parece que los choferes están acostumbrados a peatones que se creen inmortales).

4:24 p. m.

 
Blogger Bandidocr said...

Esa maldición tiene nombre y destinatario: LA MALDICION POLACA!!! Todos estan muy acurrucaditos en Vista Real y Bosques de Lindora...

3:24 p. m.

 
Anonymous Anónimo said...

"Unas tetas nuevas (segunda telarca)sobre todo si la primera fue escasa no tiene nada de malo": María, la cirujana plástica, no la dueña de siliconas.

Por lo demás muy buen post...

8:37 a. m.

 
Blogger Homo surfus said...

...que la tarjeta platinum de Credomatic te aparezca gemeleada, que tu celular sea uno de los 5 mil desconectados por accidente, cuando metas una pata en el jacuzzi te acuerdes del paisa electricista y lo mal que lo trataste,....
Buenísimo el post y tu blog.
Saludos.

11:06 a. m.

 

Publicar un comentario

<< Home