Mucho más temprano que tarde, de nuevo se abrirán las anchas alamedas por donde pase el hombre libre para construir una sociedad mejor.

febrero 28, 2006

La creación del mundo según Mimí y otras hierbas

De adolescente, con morbosa maldad, armada con un ateísmo fiero e irrespetuoso y Nietzsche de mi lado, disfrutaba de cuestionarle a Mimí sus creencias de campesina nicaragüense, de segundo grado de escuela, de pasados de hincarse todos con el cura del pueblo ante el paso de un avión por el cielo de Nandaime.

Aprovechaba los domingos como a las ocho y media. Me negaba tercamente a acompañarla a misa o la sentenciaba muy envalentonada “Voy. Pero no me hinco ni respondo una sola de esas oraciones. Ni pienso comulgar, cantar, confesarme o darle la paz a ninguno de esos comesantoscagadiablos! Advertida!”

Mimí no podía creer que yo estuviera en la trinchera del otro lado, se secaba las manos en el delantal, lo ponía en la mesa y empezaba a discutirme de vuelta. Yo tenía claro que eso terminaría entre gritos y acusaciones de hereje y apostáta y pretendés vivir como los animales!!!- demuéstreme que dios existe- es culpa de tu mama por no educarte con temor a dios- si dios fuera bueno mi papá no se hubiera muerto- ayhijodemialma te me volverías a morir de ver a esta criatura así de perdida… si no te quisiera tanto te volvería la boca al culoMimí no hable paja usté no se anima a pegarme- por estar diciendo esas cosas, para terminar con su dedo señalador de ángel vengador mostrándome drástica la puerta y el portón para que yo abandonara su casa que era mi paraíso y no volviera, mirándome con los ojos negros como los míos y los de suhijodesualma que decían “arrepentite. arrepentite y pedime perdón a tiempo…”

Y seguía:
Altaneraaaaa! Insolenteeeee!!! Arrogante!!! Hablarle así a tu abuela!!! APRENDÉ A VIVIRRRRRR!!”


No me levantaba la voz. Tampoco hacía falta. Me lo decía entre dientes con ese siseo tan característico del que se lo está llevando puta del colerón y que traga grueso para poder controlarse.

Pero me aguantaba todo eso, porque antes de la sentencia de la expulsión, Mimí, con dramas y movimientos teatrales, se sentía como actriz argentina de las películas de los años cuarenta a blanco y negro que tanto admiraba, y a falta de un tango apropiado para la ocasión, me recetaba uno de sus ejemplos favoritos de su visión personal y particular de la creación del mundo y de nosotros, sus criaturas.

Ella se imaginaba el cielo algo así como un enorme sambódromo presidido por dios como rey del carnaval. Un silencio enorme entre las multitudes que se reunían a presenciar el milagro de la creación de los seres humanos cuando dios, en persona, diera la señal.



“Cuando Dios dijo “salgan los insolentes” venías vos de primera, encabezando el desfile, con todo y bandera y estandarte, cinta en el pecho y paso de bastonera, sonando pitos y trompetas a todo cachete y dirigiendo a los demás”




Lo decía como si ella hubiera estado allí, sentada en el palomar el sambódromo celestial, presenciando el ingreso al mundo de la raza de malcriados que según ella yo representaba a cabalidad entre gritos y música y aplausos y miles de papelitos de colores ondeando en el aire y un público vuelto loco aplaudiendo el arribo de todas las delegaciones de seres humanos.

Y ahí yo estallaba de la risa y ella no se podía contener y nos carcajeábamos juntas de la imagen. Dejábamos atrás la escena, la actuación y el pleito, y yo volvía a ser su “madrecita” y ella mi Mimí y tomábamos feca jugando al billar y se nos iban las tardes.

Creo que Mimí no debe haber andado tan perdida. Porque yo, tratando de reencontrar mis caminos y personas, he conocido hombres de los que Mimí hubiera dicho que encabezaban la delegación de los hijos de puta y con méritos sobrados para hacerlo. Que la posición de capitán de comparsa no era solo una y que cuando una pensaba que nadie podía superar esa hijueputez, aparecía otro que te demostraba que one ain’t seen nothin’ yet, superándolo con creces.

Además sé que no he sido solo yo la que hizo ese llamado público de “Levanten la mano los hijos de puta” (también conocido como “Cabrones a mí”) para ir soplada a buscarlos y creer que podía tener con alguno de ellos algo lindo, que sé yo, digamos que una relación de pareja, por ejemplo. Somos, creo, la mayoría de las mujeres, o al menos la mayoría de las mujeres que conozco, las que confiesan como si fuera un vicio malo y en secreto “Vieras como me atraen los carepichas. Pueden haber 300 maes que son un pan de dios, que si hay uno fuerte y malo, por ese caigo yo derretida.”

No digo que todos los hombres son unos hijos de puta o siquiera iguales. Eso es un prejuicio nacido del dolor. Digo que los que lo son, son un peligro latente, una tentación dañina, como cuando uno tiene predisposición genética al alcoholismo o los alimentos grasosos y sabrosos como los toreaditos, pero que son malos para el corazón.

También he escuchado las quejas del otro lado: ”Mirá, mi mama con el cuento ese de la liberación femenina y todos somos iguales, me enseñó a lavar, planchar, barrer, lavar, recoger regueros y ayudar en todo. Majado, toda la infancia, por una mujer. Y ya de viejo conoce uno chavalas que le dicen que uno es muy lindo, pero que lo quieren como amigo o peor, como un hermano. Ah, pero eso sí, se vuelven loquiticas por los machos rematados que las ponen de putas personales y empleadas y las tratan a la patada. Ves el daño? Lo ves? No me salgás con mierdas de que me hicieron ni sensible ni colaborador y que muchas se morirían por conocer un mae como yo. Eso es hablada de revista de hembras. Maricón fue lo que me hicieron. MARICON!”

Es que es algo casi en el nivel de tendencia antropológica de la atracción al más fuerte. Es innegable que hace doscientos mil años, en una cueva húmeda, con hambre, frío, una marimba de chiquitines sobrevivientes de hambres y enfermedades y un tigre dientes de sable dándome la vueltica y relamiéndose de pensar en uno de aperitivo, cualquiera de nosotras necesitaba al más fuerte y al más rudo. Pero hoy, que yo proveo para mí, puedo controlar el arribo de la marimba, me la paso a dieta, tengo mi suetica preferida y decido donde me encuevo, y hay otras opciones distintas a patanes en el mercado, esa necesidad pierde la razón de ser.

Y no estaría mal si el corazón de uno fuera como esas pelotas de hule duras que se venden para perritos. A prueba de colmillos y que rebotan en cualquier superficie, que se secan después de babeadas y sobreviven al sol y la lluvia en los patios, que no necesitan a nadie que se preocupe por ellas, que les diga “quehacésahi” o que las quiera. Pero resulta que el corazón de una suele tener la mala costumbre de ser más bien como una cajita de vitrales de colores, pequeño y delicado que se quiebra con los golpes y cuando se rompe solo repare pedazos que suelen cortar al que se arrime.

Para hacer vidrio se necesita arena y se necesita mar y se necesita fuego y se necesita dedicación y paciencia y con el soplo de la vida, moldearlo. Para romperlo, solo se requiere encontrar al que viniera encabezando el desfile cuando en el sambódromo celestial dios dijo “A ver! Que salgan los hijos de puta!”


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febrero 16, 2006

Cosas como "compañera"...

No solo se devalúa el dinero. Se devalúan también, las palabras.

No solo las palabras del que se dijo hombre y prometió arcoiris para después arrepentirse y esconderse y huir de la vergüenza de su traición en una tormenta de truenos. También las palabras solitas, las palabras escritas, las palabras que hablamos, de cómo te digo yo a vos y vos a mí.

De la palabra compañera, por ejemplo. Hay muchos que no saben ni les importa, que va más allá de la canción de Adrián Goizueta. Que no se usa solo para el que se sienta al lado mío en la escuela o el que trabaja en el mismo ministerio u oficina. Que no es una denominación solamente marxista, roja, izquierdosa o comunista.

Hay muchos que no saben que compañera no se traduce, al inglés, por ejemplo, y tienen que usar palabras como “comrade” los gringuitos, porque los grados del cariño, como compañera, no se traducen a los idiomas del comercio. “Mate” simple y sencillamente no le llega.

Hay muchos que no saben que tiene una profunda raíz histórica. Que resume la definición del amor de la ciencia, del pobre amor, tan mentido, tan disimulado, tan fingido, tan actuado por tanto amoricida, como decía Ana Istarú cuando los acusaba. Amor como cuando uno dice “Vos me importás”. Amor como cuando uno dice “Tu seguridad y tu bienestar son tan importantes para mí como las mías”. Amor como cuando uno dice “Me gustan y quiero tus cosas como te gustan y las querés vos”. Amor como cuando en lugar de decir en tarjetitas y peluchitos, se actúa.

La palabra compañera, a mí, me trae recuerdos a blanco y negro, arenosos, que son ajenos por el tiempo, pero que son míos porque los siento muy adentro. Supera el noviecito de la mano sudada y del amor clásicamente romántico, que de por si que ya estoy yo muy vieja para andar en esas de novios y apretecillos insípidos.

Supera los poemitas de desamor y las dedicatorias de canciones en la radio. Supera el acostón por lujuria, supera a los que ponen el cuerpo pero dejan en el resto un vacío que sabe a hielo amargo. Supera las angustias, las sufrideras, los pétalos de margaritas en la ruleta rusa del tequiero/notequiero, el contarle y pedirle consejo a una mejor amiga.

Palabras como compañera, son más que un sentimiento de cómo te quiero. Son un compromiso, una responsabilidad, una promesa de estamos juntos en esto y esto va más allá de los pajaritos y las flores y los corazoncitos y las serenatas y puede ser el tiempo, y la familia del otro, y mis traumas y los tuyos, las imperfecciones de ambos, los hijos, las distancias, las adversidades, las cosas alegres, las cosas tristes, el trabajo, la duda, el dolor, el alejamiento: la vida. Es la promesa de que como el MIR; allá en otros tiempos, Yo no me asilo. Yo me quedo con vos. Aunque sea sin coger, aunque sea sin plata, aunque las condiciones cambien siempre y cuando vos no cambiés y te volvás un desmemoriado, un amnésico de lo importante.

Porque nos acompañeramos, por eso…

Porque honro mi palabra en esto aunque en lo demás sea un veleta y un vendido. Porque es en serio. Porque te creo.

Compañera” como me dijo don Augusto, un 11 de setiembre, en medio mercado de Santiago. Me levantó de la mesa y de mis machas a la parmesana, y él viejito de cargar con tantas cosas que vieron sus ojos acuosos, me colocó en el centro de los cuatro restaurantes y pidió silencio a los comensales. Me tomó la mano y se pasó la mano por la frente. Respiró para afianzar la voz. “Compañera…” repitió- “Gracias por venir a solidarizarse”, con una sonrisa triste y agradecida y desde mi camiseta, Allende, sereno, nos veía a don Augusto y a mí llorando.

“Compañera”, como dice la dedicatoria del libro de Eduardo Montecinos. Me lo mandó con una amiga. No lo he visto aun para darle las gracias en persona. Conversar una botella se llama y es maravilloso porque cuenta su vida, lo que le pasó, su detención, su tortura, no desde la amargura ni el dolor sino desde la fuerza que le dio, de cómo se apoyaron unos a otros, de cómo fueron solidarios, de la congruencia. “Escríbalo- le había rogado yo hace unos años- escríbalo porque esas cosas tienen que quedar para los que vienen” En mi ignorancia y mi arrogancia ignoraba que desde hacía años venía escribiendo. Lo leo y veo la clase de hombre que fue y que sigue siendo y me muerdo los labios de vergüenza al recordar mi reproche cuando lo increpé emplazándolo, de porqué su Valparaíso no salió a defender al compañero presidente cuando amanecía el golpe y anunciaban que bombardearían La Moneda. Y leo la dedicatoria otra vez más y sé que cuando le diga que no me merezco que él me diga así, me sonreirá nada más y no me va a decir nada.

Compañera. Lo dicen los revolucionarios, los guerrilleros, los utopistas, los que quieren jugar de alternativos, los izquierdistas, los que abusan de la palabra, los cubanos, los comunistas, los que la manipulan, los que no saben, los que no quieren enterarse, los que están en unión libre y les da vergüenza porque no pueden decir esposa, los de autocrítica, los estudiantes, los sindicalistas, los políticos.

Que la sigan diciendo, así, irresponsablemente. Que la prostituyan todo lo que quieran. Para mí seguirá siendo lo mismo y se me va a detener el corazón un latido cuando la lea, cuando la oiga, cuando la diga y cuando sepa que es sincera. Para gozar del orgullo en la voz del que lo dice. Para respetarle que tiene los objetivos y los sentimientos claros. Porque me detengo un segundo a pesar en todo esto y siento al corazón como un mariposa que revolotea contenta en una caja hecha de vitrales de colores.


Y, diriía el Tío Pablo, estoy alegre, alegre de que sea cierto.


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febrero 14, 2006

Soundtrack para hoy...


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UPDATE: ya se oye la canción completa. Las disculpas que apliquen.

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febrero 09, 2006

¡Votaron los muertos!

En este país de creyenceros, la gente le reza a los muertos, se habla con ellos, dice verlos en las noches, creemos en fantasmas, aseguran que les jalan las patas, les piden protección de los males e iluminación en momentos difíciles, nos espantan y viven en nuestras casas, decimos que los seguimos sintiendo muy cerca, se les convoca vía ouija, bruja o médium, se les enreda en hechizos, brujerías y promesas, se dan remedios para cuando no descansan en paz, se les dice la oración de las ánimas, se sueña con ellos, predicen o advierten desgracias, sugieren estando uno dormido el numerillo de la lotería del domingo, le hablamos a la tumba y le llevamos flores, les tenemos la fotico en la sala o en el cuarto, se les dedican estadios, misas, parques, calles, escuelas estatuas…

Y ahora resulta que es un alboroto que votara un pobre muerto! Qué? No tienen derecho los pobrecitos? Ponerse en preciosismos se llama esa figura…

Ni que hubiera sido que llegó el Gerente de Jardines del Recuerdo con poderes generalísimos del cementerio general y Obrero a decir “Aquí traigo mi listica de muertos, apuntémelos a todos por Liberación Nacional y no se ponga en cosas de si eran o no mayores de edá o si ya estarían rozando los doscientos años”, así, como en los tiempos del caldero-comunismo…


Además de que supongo que los fiscales de mesa que todos los partidos lograron juramentar y colocar hasta en la última escuela del más lejano distrito, ejemplo claro de la participación ciudadana y del compromiso con la vigilancia del proceso electoral, de haber notado algo así, aplican el proceso, revisan la cédula, se dan cuenta que no es el mismo viejillo porque el documento indica que anda cerca de los 89 y este es un chiquillo de 30, lo paran de inmediato, lo acusan con su mamá y llaman a los medios… o no?

Habrase visto…. Esunrelajoesunabarbaridá!

Nota de Sole: Espero que lo lea con humor, sarcasmo y socarronería. Si se hizo la mala sangre y se le revolcó el estómago por mi irrespeto a una cosa tan seria como un posible fraude, le presento las disculpas del caso… y pellízquese, que no es la primera vez que pasa y téngalo por seguro que tampoco será la última

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febrero 08, 2006

´Carta abierta a la Real Academia Española

Estimados y respetados señores miembros de la Real Academia Española:

Les escribo desde un país pequeñito pero matón y con todo el fervor liberacionista posible, fervor que me tiene en un puro temblor y de ahí la letra corrida (que os ruego disculpeis), a raíz de los últimos acontecimientos de estas lejanas tierras derivados del ejercicio de la democracia y la bendición de no tener petróleo (que si no estaríamos invadidos por los matones del barrio).

Resulta que, como se habrán enterado en periódicos internacionales, con todo el ridículo del caso, acabamos de tener elecciones y las cosas se salieron de las manos y ahorita estamos en una contadera de votos A MANO.

Es un momento histórico porque nunca nadie se esperó esto (mucho menos el Palomo que debe haber caído hincado en cruz y todo) y se nos está redefiniendo todo el esquema que conocemos de Estado y Gobierno, y aprovechando el proceso de cambio así como el hecho que sus mercedes año con año incorporan costarriqueñismos a su Real y útil diccionario, de forma pintoresca y coqueta con este aterro de ticos, de forma respetuosa y humildemente les ruego considerar la siguiente petitoria.

Púseme a revisar la definición de verbos en particular el de “arrasar” que al respecto se indica en el diccionario de ustedes y cito textualmente:

“1. Allanar superficie de alguna cosa.- 2 Echar por tierra, destruir. 3. Rasurar. 4. Igualar con el rasero. 5. Llenar de líquido una vasija hasta el borde, 6. Llenar o cubrir los ojos de lágrimas. 7. Quedar despejado de nubes”

Y me ha llamao la atención que ninguna de las acepciones es política, a pesar de que aquí se ha venido usando el verbo arrasar para querer decir garroteada electoral al otro partido desde los tiempos de don Pepe. Lo que me lleva al punto de mi atenta solicitú:

Resulta que estábamos los liberacionistas mal acostumbrados a arrasar en las elecciones que creíamos ganadas con márgenes que no requerían de ningún conteo manual de votos ni nada de esas mierdas. Hubo una elección, la de Chemita, (no Chemise, CHE-MI-TA) en la que ganamos por apenas treinta mil votos, y nos dio mucha vergüenza que casi nos apalean pero disimulamos haciéndonos los gatos bravos porque gane es gane aquí y en China. Hago la salvedad de que en esa ocasión no nos fuimos de bocones a decir que arrasamos o que ganamos por gorreada. Nos ahorramos de forma prudente el uso del verbo.

Pero ahora estamos re enchilados, ardidos y nos está llevando puta. Por eso, compañeros lingüistas, tomando en cuenta los últimos sucesos, quisiera preguntarles, me urge tanto, que si considerando que la cosa está ahora más bien peluda, podríamos considerar una nueva acepción para el verbo citado en los siguientes términos:

“ Arrasar: (…) 7. Acción de ganar las elecciones costarricenses
presidenciales por quinientos o más votos publicados en cualquier periódico o
telenoticiero independientemente de los resultados oficiales”

Para que podamos quedar todos los periquitos contentos y de verde orgullo intacto. Iba a pulsearla por mayoría de simple de “un voto adicional” pero eso se presta para alborotos e infamias de chorreos y fraudes y la que no se presta a eso es esta segura servidora de la real academia de ustedes. Tampoco se trata de jalarle el rabo a la ternera.

Les agradeceré se sirvan darle rápido trámite y gestión a ésta, mi solicitú atenta, para que ojalá dentro de los siguientes diez días o antes de la declaración oficial del TSE (lo que ocurra primero) se sirvan ustedes emitir o una fe de erratas del Diccionario o un adendum al panhispánico de Dudas y lo publiquen tres veces en algún periódico de circulación nacional para que aquí todos se den por enterados.

Entre tanto, yo estoy armando una quiniela a ver quién le llega más cerca de la diferencia de votos, ya sea a favor o en contra de mis intereses. Tengo a mi jefe apuntado con 9 mil votos (si la tendencia se mantiene en las inconsistentes dice él), a mi hermanillo mayor por adopción con los 500 y raspando, a unos clientes que han pasado en eso de las proyecciones con 7200, a los del partido con 8685, a otro compañero con 7000, al otro lado del mar y en lejanas tierras con 3400, el Palomo en persona con 10 mil y así sustantivamente. No hace falta hacer corridas matemáticas ni ser estadístico. Datos a puro cálculo de corazón, ojo de buen cubero o dedito ensalivado levantado al viento también son bienvenidos. No aplican restricciones, válido para todas las tendencias y sin letra menuda.

El ganador se hace acreedor de una cena “Sole style” que en caso que perdamos los liberacionistas incluye diazepán para el amansamiento correspondiente. Se acepta un margen de error de más menos cien votos y se considera que se pega terminación con un más menos quinientos, en cuyo caso pasamos de cena full a apenas un cafecillo conversao.

En espera de su atenta y urgentísima riposta,

La suscrita

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febrero 07, 2006

Bobe maize

Nota de Sole: La traducción libre de esa expresión yiddish, viene a ser algo así como cuentos de la abuela… esas historias fantásticas, cuasi chismes, que se sueltan con cada evento histórico… y de los ingenuos que se las tragan y de los chismosos que las disfrutamos. No teníamos nada similar desde los Fischel-Alcatel, asi que hay que aprovecharlo.

Que un tipo de Liberación en Tuculillo de Salitral, más vivillo que el resto de sus compañeros fiscales de mesa (y más corrupto también) inventó que antes de depositar las papeletas había que revisarlas bien y les ponía un “check” de lado a lado, anulando los votos paqueros…

Que MAR nos hizo el daño pidiéndole a los PUSC que votaran por el Palomo. Y que conste- de gratis- no le pasamos ni medio cinco por el no-me-defiendas-compadre!

Que anoche a don Oscar lo tuvieron que soplar con médico y todo y salió a la prensa para confirmar que no había pateado el balde.

Que el tipo que se perdió en las montañas de Talamanca llevaba en la caja la diferencia que nos va a salvar la tanda y que por eso ya lo encontramos con helicópteros de Teletica y todo.

Que los pericos le están echando los muertos al engendro de Chucky que ostenta uno de los primeros lugares de una de las provincias del centro, alegando que por culpa de él se “nos” desgranó el partido, porque con el 2% de Desanti estaríamos celebrando desde el domingo.

Que el TSE es verde verde verde y que están favoreciéndonos en el conteo.

Que serán diez mil votos, diez milvotosdiezmilvotos… pero conforme avanzan las horas, afinan resultados y ya dicen, como los pipirinos, que serán solo nueve. Igual, con diez mil votos anoche dormimos todos más o menos tranquilos. No me pregunten de dónde salen, porque yo para eso de las mates, proyecciones y estadísticas, nel…

Que la culpa de no querer debatir fue de don Rodrigo que le recomendó más o menos que para que te vas vos a rebajar a eso y que agradezcan porque con debate gorreamos porque Oscar es un angelito de simpaticura y lo pesadito de la campaña es ná más por estar mal aconsejado.

Que todos los que votaron de presidente por Otto Guevara están de rodillas arrepentidos ofreciendo promesas de ir a Cartago hincados.

Que Ottón – éste está buenísimo- sabe que no está preparado para ganar y en la de menos el anuncio del tribunal de hoy en la noche ya es compadre hablado… declinar la presidencia a cambio de concesiones.

Que Rodrigo Alberto Carazo de Ministro de Justicia… líbraaaanos señorrrrr (Y ustedes contestan con mucha mucha fe: te lo pedimos señorrrrr)

Que ahora resulta que don Oscar sí reconoce la importancia de conversar con ese 50% que lo adversa (adversar es un piropo que además se queda corto) y que dice que si el TLC no pasa, no pasa y punto… cosas veredes, Sancho.

Que no es polarización sino puntos cardinales: Los que les vale un culo y no votaron; los que votamos verde, los que votaron por Ottón y los que votaron contra Arias… (Nota de Sole: derechos reservados de la Dani).

Que la pelada de culo de las encuestadoras no se la brinca un sapo… y que fue la CIA la que pagó los resultados falsos a ver si la gente caía con la encuesta y no salía a votar.

Que Chavez ya felicitó a Ottón (esa no me la trago hasta ver la noticia publicada).

Que se agotaron las buscapinas y tapones de corcho en las montañas escazuceñas y llanuras de Santana y de repente les dio por ver noticias en espanich y escuchar la radio.

Que la publicidad no sirve para un carajo en cosas de fondo o cosas importantes. Un ejemplo futbolero: por más subliminal que sea la publicidad de la liga y aunque le ofrezcan una supermodelo ligera de carnes, podrá usté ponerse travieso y aprovechar el momento pero no deja de ser morao!

Que nos quedamos sin candidato para el 2010 porque si eso fue con el trapillo de dominguera en cuatro años nos hacen mierda y en el peor de los casos, por deber patriótico habría que votar por Junior... (PUAJ!)

Que estamos entre mamando y ganando/ ganando y mamando.

Que nos empeoró la calificación internacional de riesgo (Esto desgraciadamente es cierto)

Colabore usté también con los mitos urbanos y rurales de estas elecciones! Hagmos folklor electoral! Sí Costa Rica! Salí a chismear!

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febrero 06, 2006

Pesimismos

Mi jefe tiene abierta una página en Excel. Recibe llamadas cada 5 minutos. Nos congregamos alrededor de él a comentar. Nos dice que anoche Liberación estaba en tal estado de shock que no les salían los números. Se les olvidó como hacer proyecciones. Estamos como en una vela. Ojalá no tengamos que acudir a un entierro.

Nos llevó puta- me dice un compañero- y yo de idiota votando por los libertarios para presidente”

Nos dice que no hay forma humana que gane Ottón. Que el TSE está sosteniendo el último 15% porque Ottón empareja a Liberación en el centro del país y que si eso se hace público, el PAC se tira a las calles y no hay forma de devolverlo. Que se sabrá hasta que esté todo contado. Que hoy, a las 3 de la tarde, faltaban las “aguas” (provincias con mares) y que con eso ganamos.

Es que la gente no nos dijo la verdad. Llamamos a 8 mil personas para poder obtener 1500 respuestas. Es la espiral silenciosa”- se justificaba, palabras más, palabras menos, Víctor Borges y Asociados.

Mi otro jefe tiene los ojos tristes y descreídos. Le reclama a los mariachis que no les ha bastado cagarse en el país con Carazo, con Calderón, con Rodríguez, con Pacheco sino que encima salieron a votar por el PAC por pura tirria a Oscar Arias.

A mí me cae pésimo- me dice- pero no entiendo porqué la gente joven lo odia tanto”.

Todos sabemos que era un pésimo candidato. Mi amigo M dice que este es el precio que estamos pagando los liberacionistas por soberbios. Un invitado al almuerzo nos comenta que ni siquiera está picado o fúrico, está simplemente desilusionado. Nos reímos por no llorar de Víctor Borges, de los resultados alegres que publicó telenoticias al inicio de la noche, del intento del voto sin cédula de Miguel Angel Rodríguez, de Calderón acompañado de mariachis (cantando) en la escuela donde cumplió con el voto.

Cuando a estos cabrones irresponsables se les reduzca la capacidad adquisitiva a la mitad y tengan que dejar el apartamento, devolver el carro, irse a vivir con la mamá y perder el brete y el salario que les da una transnacional, ahí sí los quiero ver llorando”- amenaza furioso el Patán y le sacude el puño a esas dos décimas de diferencia que nos tiene en ascuas. De repente se acuerda que yo no pienso como él en todo y me achina amenazador los ojos y me señala muy serio y me dice -“Y vos por quién votaste? No me digás que por ese imbécil?!?”

Hay trompas, tristeza, preocupación, malos humores, chichas, silencios, una noche de no dormir, la página del TSE cargada y refrescada demasiadas veces. Llamadas entre amigos para compartir impresiones, chismes, cálculos y auto mortificarnos Los economistas, contadores y aficionados suman y restan una y otra y otra vez en papelitos blancos y se preocupan de las mesas inconsistentes. Todos nos comemos las uñas. Todos estamos en eso.

Vas a ver que sí será el gobierno de las madres- me dice mi mejor amiga- porque para llenar los ministerios y todos los puestos de elección de confianza vana a tener que sacar y nombrar hasta a las abuelitas de los del partido”.

Yo por ratos pienso que ni modo, que si la cosa no sale, a conformarse se ha dicho. Que irresponsable fue lo que dijo Kissinger de los chilenos y ya sabemos cómo terminó aquello pero que una cosa es Allende y otra Ottón, eso lo tengo clarísimo. Que así son las democracias. Y me imagino la sensación de hundimiento que deben haber sentido ciertos sectores en Chile en el 73, en Venezuela con el triunfo de Chávez, pero sé que a la vez es distinto. Sé que a los que he escuchado, a los que me rodean, a los que trabajan conmigo, pertenecen a ese sector. A los del fondo de la caverna. Al Kapitalismus…

Dice Memo que él habló con los del anarcosindicalismo y le contaron que anoche el TSE se dio cuenta que Ottón ganó por mil votos, y que por eso lo están sosteniendo, hasta contar todo y estar seguros”- no podía faltar el comentario del conspiracy theory.

Yo me siento como esperando una biopsia de un tumor que no se sabe si es maligno. Como cuando esperé 24 horas sentada en la misma silla, con los ojos fijos, a que ella saliera de la anestesia “Si sobrevive un día, ya no se nos muere” me había dicho mi amigo M. Me siento como cuando tembló fuerte en la madrugada y estamos inquietos, esperando las réplicas y yo me duermo con tennis puestas y buzo, por aquello.

No va a haber fraude. Eso no pasa en Costa Rica. No va a pasar nada malo. Y si queda Ottón, tampoco es que sea ningún estúpido. Yo creo en la intervención del Estado. Creo en eliminar la corrupción. Creo en darles oportunidades a los más pobres. Creo en gobiernos austeros. Tal vez no estamos tan lejos. Qué me pasó? de qué lado estoy? a dónde me encuentro?” - me repito y me repito como un mantra, pero en las pesadillas de los ojos abiertos recuerdo con demasiada cercanía las injurias y las infamias y las mentiras que le he escuchado a su fracción y que es exactamente la razón por la que desconfío.

Me pregunto en qué cree uno cuando falla y miente la prensa, los números, los políticos, los candidatos, el gobierno. Cómo sabe uno a quién creerle. Si habrá que guardar la razón un ratito o hacerla asesorar por el instinto.

Siento que mi país, chiquito y especial, el país que conocí, donde me crié, que me permitió estudiar y crecer y trabajar está dejando de ser el mismo. Sé que todo cambio da miedo pero eso no es consuelo. Y no sé si es bueno, si es malo o siquiera, si es sano.

Nota de Sole: No necesariamente comparto los comentarios ni los calificativos que cito aquí, que desgraciadamente debo reconocer que son absolutamente reales.

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febrero 05, 2006

Elecciones

Las primeras elecciones que recuerdo fueron en el 78. Ella me montaba al carro, me daba una bandera y me decía “Vamos con Barzuna” y yo la agitaba por la ventana con fuerza y a mis cinco años y medio, me peleaba con intrincados argumentos inventados por mí del porqué nos convenía Barzuna. De repente un día ya no era Barzuna, sino un hombre rubio, muy guapo, sonriente, que se llamaba Carazo. Y cambiamos la bandera pero no la emoción y orgullosamente me llamaba carazista.

El primer día de mi primer grado en un colegio de curas franciscanos, Missis Rodríguez preguntó que cuántos éramos caracistas. Ganábamos por gorreada y no era sorpresa. Nosotros representábamos con nuestros cuadernos nuevos y primer día en escuela privada, a una clase media que creía. El país entero de verdad le creyó al hombre de la sonrisa encantadora. Costa Rica escogió creer, con inocencia e ingenuidad, que sí, que él daba la cara, que el iba de frente, que él iba adelante porque todos nosotros íbamos detrás, porque nos emocionábamos hasta la médula al verlo afirmar eso con fuerza, con convicción y miles de banderas blancas con celeste se agitaban al cielo.



Cuatro años después, yo hacía fila en una caja del supermercado y ella en otra. Me había advertido que no la saludara, que no hiciera ninguna seña de que la conocía. Me había entregado el dinero exacto. Me había dicho que si me preguntaban porqué andaba sola dijera que mi mamá estaba en casa con mis hermanas. Hacíamos fila en el super y la gente ya no sonreía. Había sido mentira que él daba la cara y que iba de frente. Nos puso a todos a recibir el golpe y él se quedó atrás. Racionaban la leche. Había habido una fuertísima devaluación. El dinero no alcanzaba para nada. Los chocolates, las manzanas y las uvas se convertirían en un raro lujo hasta bien entrados los noventas. Mis hermanos no pudieron entrar a un colegio como el mío y yo me mantuve porque mi papá había dejado un dinero para mí y el patronato aceptó financiar mi educación.

"Mimí- le pregunto- Vos qué eras en el 48?"

"Pobre- me dice- pobrísima. Lavaba ajeno. Había días que no comía. Cuando venían los marichis me ponía un cobija al hombro para venderles comida. Cuando se iban y venían los hombres de don Pepe, sacaba un trapillo verde. A ellos también les vendía almuerzo".

"Vos eras pancista!"- la acuso.

"No. Tenía estrategia." - se defiende, le brillan los ojos y se carcajea- "Dejá de hablar mierda y sacame el vestido negro, que ya viene Oscar. Te dije, verdá? que de estudiante él iba a estudiar a casa y se sentaba en ese banquito de madera chueco y yo le ofrecía agua dulce porque no había nada más que darle. Tu papá lo quería mucho."

Uno de los grandes orgullos de Mimí fue cuando siendo presidente, la visitó Oscar, el compañero de los muchachos (mi tío y mi papá) y guardó hasta su muerte la foto de la visita, y aquel vestido negro (como correspondía a una señora mayor y viuda) que se llamó por años el vestido de Oscar.

Pude votar por primera vez por José María Figueres. Era y sigo siendo liberacionista. Mi profesor de estudios sociales era verde perico acérrimo y así nos educó a todos. No sé si alguno de nosotros haya votado diferente o haya cambiado de opinión. Yo sí viré un poco hacia la izquierda. “Todos los caminos llevan al socialismo” dice el Comandante en Jefe. Aprendí a admirar a José Figueres Ferrer y a su obra. Con los años aprendí en muchos libros que don Pepe tuvo la visión de hacer del país lo que Allende pagó en sangre por querer hacer del suyo. Independientemente de si en el mundo de hoy funciona. Yo lo que le admiro es su entrega y sus huevos para hacer un proyecto. Y no le exijo que sea perfecto.

Y en las plazas públicas de José María, cuando se colocaba en el extremo de la tarima y empezaba a agitar una bandera enorme y en la pantalla gigante, se veían las imágenes a blanco y negro de don Pepe entrando a San José en un tanque o un camión u otro carro grande, agitando una bandera igual de enorme, se me henchía el corazón de verde liberación.

Mis jefes estaban totalmente involucrados con Liberación. Con uno de ellos fui a muchas plazas públicas, reuniones en hoteles, manifestaciones de fuerza. Conocí a José María y me escalofrió el frío vacío, el vidrio de sus ojos de culebra. Y fui miembro de mesa en una escuela en el centro de San José. Esa experiencia “cívica” me sacó el menudo y aun me pregunto, para estas épocas, cómo es que no se hace fraude. Las mesas de votación se manejan peor que una pulpería. Todo el mundo entraba y salía. A dejar comida, a recoger datos de votación, a ofrecer reemplazos, a colar amigos, a echar piropos.

Las papeleteas se perdían, se rompían. Era casi imposible saber si el que llegaba a votar era o no. Decomisamos armas, cuchillos, e implementos extraños para permitir acceso al recinto. Debatimos si ese travesti que insistía en llamarse Angela era Rodrigo Martínez, el del padrón con la foto de barba. Le recibimos votos a personas ciegas. A abuelitos que insistían en que venían a votar por don Pepe porque el único mariachi bueno era el mariachi muerto. A abuelitas que pedían consejo de por quién votar y yo les decía, que depende, de con quién iban en el 48.

Al final de la tarde regamos las papeletas en el suelo y las empezamos a contar manualmente. Yo sin ninguna experiencia electoral, estuve a punto de dejarme llevar por los demás, que con más colmillo sentenciaban cuáles eran o no votos válidos para su partido y transaban entre ellos para repartirse los dudosos. Al final los echamos en un saco y nos fuimos caminando por las calles oscuras de San José, a dejarlos a las oficinas de Cortel más cercanas. De ahí al tribunal Supremo de Elecciones donde confirman la contadera. Y no hay fraude. Y confirmamos una tradición desordenadamente democrática. “Treinta mil votos- dijo mi profesor de ejercicios jurídicos- treinta mil votos, pero ganamos y se los van a tener que tragar 4 años con cuchara…”

No vote en las elecciones de Abel y me arrepentí porque si hubiera votado, al menos podría decir que no fui culpable, pero lo fui, porque teniendo dos oportunidades, no me dio la gana ir a votar. Ahora estoy más vieja y mido mi elección desde el punto de vista de mi conveniencia personal y de la conveniencia nacional, pero sin renuncias. Leo las entrevistas. Los escucho en la radio. Veo Café Política. Trato de analizar los debates, las acusaciones, los manejos. Hace cuatro años tuve la oportunidad de entrevistar a varios de ellos en radio. Trato de participar en conversaciones que no sean higadosas. Me interesan los análisis.

No quiero un presidente que caiga bien o que sea humilde. Eso lo quiero en un amigo, en mis hermanos, en una pareja. Quiero un presidente que sepa hacer las cosas y tenga los huevos. Sin dobles discursos. Quiero un presidente inteligente, educado, que sepa analizar las cosas, que imponga respeto. No un oportunista que haya vivido siempre de la teta del gobierno.

Estos meses he visto como la gente defiende sus votos. Cómo mi hermano cree que ser de izquierda es votar por el PAC y para en eso su cuestionamiento. Cómo se han definido votos por anuncios. Como los liberacionistas se asustaron con la última encuesta y dicen que saldrán a votar, calladitos, en las tres papeletas. Como nos hemos atomizado. Como nos quedamos sin opciones. Como nadie lee nada, ni programas de gobierno ni periódicos y votan al ritmo de cumbia o porque le gustaron unas máscaras. Cómo se destruyó el PUSC y el hijo del caudillo amenaza con volver al ruedo. Como los libertarios crecieron, porque un pobre votando por los libertarios es como un negro votando por el Ku Klux. El destino de un país elegido a ciegas, dándole la espalda al raciocinio. Verde y blanco por mi tradición, amarillo y rojo porque soy herediano, Pusc porque a pesar de los pesares sigo siendo de hueso colorado…

Hoy me desperté temprano echando mucho de menos una presencia y pensando, a cada rato, qué estaría haciendo. Y bajé al kinder a desayunar. Fui a Desamparados a ayudar con el transporte verdiblanco. Uno del PAC, agresivo y atorrante, amenazó en un semáforo con sacarme mi bandera del carro “La toca y se la reviento en la cabeza. No sea estúpido” le contesté muy seria. Conversé con liberacionistas confiados, pero no por eso, menos preocupados. Llegué a la escuela donde me tocaba el asunto. Los vi buscarme en el padrón, encargarme a un guía de doce años con cuerpo de veintitantos y una camisetilla rala. “apague el celular” me dijeron.

Me pongo detrás del cartoncillo y se me vienen estos recuerdos. Y pienso, oh tontilla, que me emociona de verdad poder votar. Pienso en los que en otros países han entregado su vida o su cordura por tener ese derecho. En los indios que votaron por Evo. En los pobres que votaron por Chavez. En los uruguayos exiliados que volvieron a votar por Tabaré, dos veces. En los sobrevivientes que escogieron a Bachelet. En los valientes que en situaciones incómodas, cansadas, peligrosas, lentas, cuestionables, dejan todo de lado y van a votar. En el estado de Florida y un Al Gore incrédulo. En la primera vez que votamos las mujeres. En la primera vez que votaron los negros. En los que creyeron y fueron traicionados.

Marqué mis tres X en un voto quebrado. Que gane el que hayamos escogido por mayoría. Y que los demás sepamos respetarlo.


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febrero 01, 2006

Sole shot the sheriff...

But I didn’t shoot the deputEeEeEE… Y tampoco tuve oportunidad, porque policías, ni uno.

Pos sí. Fin de semana (si RHAC o no RHAC es asunto mío. La privacidá ajena se res-pe-ta, carajo!) en la Limona of all places. Adjunto mis breves impresiones caribeñas de los momentos breves también en que dejé el breve espacio con restos de humedad en que no estuve en esos momentos breves – como ya dije- que anduve jeteando con mi silueta dibujada por las calles del pueblo en cuestión.

El clima: Los que sabían de meteorología y que fueron debidamente consultados, dijeron que el tiempo iba a estar divino, que de fijo se despejaba y habrían fin de semana de espectacular verano. No paró de llover después del Braulio Carrillo. Siguió lloviendo a cántaros tres días seguidos con breves intervalos de no más de diez minutos apenas para secarse la ropa y volverse a empapar. El mar estaba picado, revuelto y café oscuro. No se veía el cielo azul intenso del caribe. Se veía una pared de nubes enojadas y grises.

Ni cantaban los pajaritos. Hacía hasta frío. Casi no pude asomar la nariz fuera de la puerta (Tampoco es que me urgiera). O sea bronceado color tostao morgue.

Y esos cabrones dijeron que sol esplendoroso y caribeño. Aunque pensándolo bien, al final de las cansadas, se los agradezco, cachai? Que siga lloviendo todos los fines de semana que se va una a la playa! Toi pensando si mandarles una canastita de frutas, una botella de guaro, o algo: un recuerdito de agradecimiento o favor concedido por interceder ante San Isidro labrador e impedirle que detuviera el chaparrón.

El pueblo: Me llama la atención que la gente común y corriente que conozco personal o cibernéticamente, hayan mostrado últimamente una marcada preferencia por el caribe en lugar de los tradicionales destinos del pacífico de antaño. Creo que es porque lugares como Cahuita de alguna forma han evitado convertirse en una calle de tres cuadras con sepetecientos mil negocitos de chucherías y de comida y a pesar de los extranjeros o los hostales, aun se mantienen simples. La gente saluda. Las direcciones son fáciles. Rara vez amanecen muertos (pregunten en Jacó para que vean la diferencia) Son poquitas gentes. Yo sí sé que prefiero eso a los megadesarrollos turísticos de aires acondicionados, calles perfectas y tiendas de cadena, donde los nacionales comunes y corrientes nos sentimos tan poco bienvenidos y tan distantes del turismo aventura que se promociona allende de las fronteras.

El ambiente: Aparte de lluvioso, no vi tanto rasta como la última vez que había estado por esos rumbos. Tampoco vi tanta macha, usualmente europea, pudiente y madurona buscando ubicarse al lado de ese rasta ausente y del mito de la abundancia de su aparato. Lo que sí noté con alarma fue, que al igual que en una ciudad al oeste de la Yunai, va caminando uno y re depente lo ataca el tufo de sustancias ilegales en quema. A grandes voces di la alerta del consumo delictivo pero nadie me dio pelota, y cuando vi a alguien reírse, ya me dio vergüenza y acepté que de ese lado del país, que es en realidad otro mundo, lo bueno, lo malo; lo legal, lo chueco; la gracia y el pecado, se miden con límites en diferentes extremos.


Pulpe en Puerto Viejo

Música: Todo el camino bombardié yo con toda mi colección de grandes éxitos de música protesta sudamericana y cubana seleccionada y pirateada por DJ Sole y discursos de mis líderes idos. Quien me oye piensa que si gana Oscar Arias me enmontaño y me convierto en la Comandante Sole, rebelde contra el status quo. Pero no. Lo mío no es la refriega. A mí lo que me cuadra es el sentimiento,

Ya en el sitio, vimos a Walter Ferguson sentadito en el sillón de su casa a puertas abiertas. Entrar al parque nacional y ver a don Walter son de los high points del paseo, y escucharlo en vivo, a must-have del tour caribeño. Pero me pudo más la timidez que arrastro desde épocas adolescentes. Y no me animé a insistir en ir a hablarle mucho menos a pedirle que cantara un calypso aunque me moría de las ganas. Apenas una sonrisilla apenada que según yo decía “meguztamuchozumúzica”.

Mi única queja: El reguetón… al que inventó esa mierda hay que acusarlo por crímenes contra la humanidad y conseguirse un comando suicida que le pegue un buen susto para que los dejé afónicos. La OMS tiene que decomisar toda esa porquería como si fuera virus de viruela. Greenpeace denunciarlo como cualquier otra contaminación asquerosa. Cómo es que esa cosa sustituyó a Peter Tosh y a Bob Marley? Al reggae clásico del Jamaican Sun Splash? En qué momento?

La Jama: Tengo varias recomendaciones. Donde Edith, en Cahuita, que hay que esperarse uno como 400 horas para que le sirvan, pero es a la orillita de la playa y bien vale la espera para un pescado entero a la caribeña que sabe a gloria y evita uno el pecado con Maalox directo a la panza (recuerden siempre llevar mini botiquín cuando van a la playa. Sobre todo si ya no tienen 15 años y les falla la panza o tienen riesgos de jaquecas). Hay otras opciones para atrevidos gastronómicos. Hay para vegetarianos (pero ese día yo andaba en plan de actos corruptos a todo nivel, así que apliqué aquel viejo principio de “Los pescaditos no cuentan como animalitos”).

Café Viejo, en Puerto Viejo, pero advertidos quedan que aunque la comida es super deliciosa, hay que llevar ya el riñón de uno extraído y en hielerita de mano para pagar la cuenta. Old Harbour (hoy Puerto Viejo) solía ser puerto de entrada de piratas ingleses. Lo que les cambió fue el sitio de nacimiento, pero a juzgar por los precios, el resto sigue exacto: business as usual…

Lo más cómodo, sospecho, es alojarse en lugar con cocineta, atacar el super para comprar bastimento, condones y abarrotes y encargarse uno de prepararse su propia chuchumba. Come uno lo que quiere, no se queja de si tenía o no tenía suficiente sal y pimienta o de la porción muy grande o muy pequeña, y si uno es de los que no le da hambre en la paya, con un tallito de apio y medio traguito de agua del tubo se conforma.

En todos los batidos de fresa en agua son de rechupete y los cobran como si fuera whisky de esos de trago caro en longue de hotel cinco estrellas. Pero los valen.


Cultura: No comí el plantitá que tanto recomendó Humo en tus ojos y al que le llevaba ganas enormes. Por la llovedera, el plantintá y el patí de los que tenía hasta direcciones exactas (señora a la entrada del parque) deben haber quedado hechos una sopa. Será para la próxima.

De regreso sí me detuve en la parada de buses a comprar pan bon para amigos y familiares, que desde siempre me ha encantado. Y en el Black Star Line, donde estuvo una vez Marcus Garvey, no pude completar la imagen histórica de la reunión y los ofrecimientos de una vida nueva y libre en África por estar comiendo rice and beans con patacones, y me pudo más el síndrome de abstinencia y en lugar de una hiel, para completar la experiencia limonense, con las manos hice las señas para que acabaran con mi miseria y delirio y me trajeran una coca dieta.

No deja de fascinarme la belleza y el ritmo del jamaican english o meikatellyou. Tiene su propia cadencia. Un secreto que a nosotros nos está vedado. Me gustaría sentarme por horas a escucharlos, hasta que se me impregne ese sabor tan propio que tienen sus palabras. Ojalá que fuera un curso de inmersión profunda con un cuenta cuentos que se sepa todos los de Br’er Anancy, la araña; o de canto gospel.

Precios: O soy muy agarrada o yo soy comemierda de los high-maintenance y pagué precios caros! Green season no es porque llueva. Es porque se paga con billetitos de ese colorcillo uno sobre el otro y sin asco! O porque eso es lo que vale y no porque sea Limón puede pretender uno que sea más barato.

RHAC: Bueno, pues aquí se los quedo debiendo, porque la teoría RHAC indica que para ser una dadivosa de lo suyo y recibir de la generosidá ajena, cualquier lugar es bueno. Es de las pocas veces que no le da a uno la alegadera del precio del hotel argumentando que “No sé pa’qué pago tan caro si casi ni a dormir llego”. A cada centavo se le sacó su provecho. Pero hay que reconocer. Ya lo había dicho Ana en su bosque. Cahuita tiene su toque. Lo recomiendo!


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