Mucho más temprano que tarde, de nuevo se abrirán las anchas alamedas por donde pase el hombre libre para construir una sociedad mejor.

diciembre 23, 2005

Diez señales de que es Navidad

1. La señal de mi celular se pierde cada 3 minutos y se bloquean las centrales del ICE. Es imposible tratar de hablar con alguien. Coincidencias de la vida, tengo muy presente que todavía no han acusado a nadie en el caso Alcatel.

2. Ando agotada, gorda y con problemas de memoria inmediata por tanta fiesta, compromiso, comilona y enredo. Falto a algunas cosas y me siento ya no tan joven cuando bostezo apenas a las 3 y media de la mañana.

3. Hay cuatro choques en la ruta que recorre de punta a punta la ciudad y el tiempo de recorrido se duplica. Abuso de mi condición de mujer para que me den campo a mí y a mi pitufito.

4. No he terminado mi X-mas shopin (y no hablo de la valium extraforte). No sé que regalarle a Fuser y a los de la oficina, no sé si regalarles.

5. Pico de Oro me llama para invitarme a comer un tamalito... y me dice que quiere que yo sepa que siempre me lleva en el pensamiento. Por la causa 1 y porque soy maldosa, me lo tiene que repetir 7 veces a los gritos y despacito, hasta que yo reporto haber escuchado correctamente.

6. El Patán me llama y en su tono más cariñoso me desea que la pase lindo y me agradece todas las carreras de este año. Le digo que me conmueve su dulzura y que yo quisiera un hombre así y que mientras paguen sus facturas de servicios profesionales a tiempo, me tendrá feliz. Le advierto que en enero, hablamos, cachai?

7. Me embarga la emoción por las compras desbocadas, colillas y lazos. En lugar de amargarme, hago el experimento de sonreír en las filas eternas, a la señora que me arrebata una camisa de la mano porque es de su talla, a los que me atropellan en el mall. Les digo a tiros, troyanos y paisanos "Feliz Navidad". Y funciona.

8. Llevo tres días de ir a hacer acto de presencia a la oficina, a internetear y leer con calma, comer porquerías, beber cherry coca fría, levemente interrumpida por las emergencias y la emergencia del jueves se extiende por nueve horas y media. Mi teléfono ese día sonó 45 veces (las conté).

9. Recuerdo en algún momento del ajetreado día de esta cuenta regresiva, mis experimentos de niña, de complejos sistemas de cuerdas y campanas que sonarían, y según yo, cuando el niñito, acompañado de mi papá fallecido, me visitaran. Los atraparía para que se quedaran conmigo, aprovechando que el niñito venía para dejarme los regalos y mi papá a verme y dejarme un besito. Y echo de menos esa iniciativa inocente y los tiempos en los que creía.

10. Anuncio el cierre temporal del blog hasta el 2 de enero por motivo de vacaciones y hago un post sobre las señales de la Navidad, agradeciéndoles la paciencia de visitar las Anchas Alamedas.

Adentro, donde importa, donde está el potencial de vos, me siento viva.

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diciembre 22, 2005

Parentescos lácteos

Estos días de fin de año marcan la muerte temporal de todas las oficinas estatales en que algún abogado pueda pretender hacer un trámite. Por eso, todo se alborota en esta última semana, y anda una a brincos y a saltos entre un despacho y alguna institución autónoma. Pos iba Sole bajando las gradas de la corte de dos en dos, ya histérica de estar esperando el ascensor (y convencida que es un abuso usarlo para bajar del piso dos al uno) cuando me detienen a los gritos…

- Diay, Sooooole, cómo vassssss?

Paro en seco en media grada y cuando recupero el equilibrio me volteo con la sonrisa de compromiso número 172, porque no reconocí la voz y supuse que era algún conocido. Resultó ser que era alguien que conocí hace más de 7 años (los mismos que llevaba de no verla) y por añadidura y como plus, conocida también de Pico de Oro. Específicamente su exquerendengue, condición que la degrada de inmediato de mujer común y corriente con nombre de pila y apellido, a la zorra esa resbalosa en los ojos de una Sole celosa.

Inmediatamente me sentí incómoda y empecé a planear la excusa barata de que me estaban esperando para un juicio. Pero la rata me captura con la pezuña en el brazo, me bloquea las gradas y no me permitió moverme.

Intercambiamos consideraciones sociales, de esas de los saludos, holacómovas, todobien, quémecuenta, nadanuevo. Y yo hacía de tripas cerebro para acordarme si tenía o no hijos o algún dato que disimulara mi grosería y absoluta falta de conocimiento de qué hablarle o de ella, pero adentro en mi cabeza, me retumbaba “esta es la ex de Pico de Oro, esta es la ex de Pico de Oro, seguro es a ella a la que llamó y se cogió cuando vos desapareciste”.

Ella seguía con su parloteo sin sentido y en una que va y una que viene me repitió unas seis veces, con interés desmedido y metiche y ese tonito insufrible de cuando se le habla a una enemiga en un té de beibichauer: quéhaydetuvidaaaaaa….

Y ahí fue donde se me alertaron las antenitas. La tipa esta, de la que aunque hayamos trabajado el mismo lugar, nunca fui amiga (Nota de Sole: Yo padezco de eso de pocas amigas mujeres), ni nos cruzamos más allá de un buenos días, de repente se mostraba demasiado interesada en mis andanzas y aventuras, mirándome cínica directo a los ojos y evidentemente disfrutando de lo incómoda que yo me sentía. Yo me limité a levantar los hombros. Total, soy experta en eso de no dejarme quebrar bajo interrogatorio. Y entonces, ya histérica, la gran zorra no se aguanta más y me deja caer la bomba en seco y sin el tonito dizque amistoso:

- Cómo está Pico de Oro?

Y ahí fue dónde se despichó Tere. En lugar de sonrojarme con pena por discutir con una extraña mi vida sexual, se me salió una sonrisa de lo más tétrica. Y le contesté con mi mejor voz de careriel:

- No . Preguntale a él. (Nota de Sole: Claro que sé! Pero no me dio la gana darle gusto)

La sonrisa disimulada de ella se reventó contra el piso al ver que el cat fight había sido oficialmente declarado por mi gancho al hígado, y tuvo la osadía de replicarme

- Le preguntaría si no fuera porque ya no me habla- (Nota de Sole: aquí yo hice el levantadito de cejas sarcástico) – precisamente por tu culpa.

Y antes de que pudiera seguir yo el pleito me di cuenta del absoluto ridículo que estaba, al menos yo, haciendo.

Traté de entender porqué Pico de Oro le habría comentado de mi existencia. Pero esa reflexión me demoró 10 segundos, antes de internarme en esta: O sea, esta chavala, qué pretende? Que por tener a Pico de Oro en común de repente somos grandes amigas? No se da cuenta que si se publicara la lista de todas la que lo tenemos en común, sacamos un directorio telefónico? Qué le cuente si el mae habla de ella o la extraña? Qué le pida consejos para toques, tiros y/o volados? Qué le comparta sus temores, sus maltratos? Que le cuente que me di a la fuga y que estoy en proceso de negociar un ritorno, como si a ella le importara? Que le pida perdón porque Pico de Oro, en estado de no-compromiso-con-nadie me buscó a mí y ya no a ella? Qué me disculpe por arruinarle los planes de casamiento, embarazo y jaretazo?

Yo no sabía cómo salirme de aquello y le inventé cualquier cosa para irme. Me dijo, con sangre en el ojo, y a modo de hastaluego que me veía demasiado flaca. No me aguanté y le respondí, ya bajando las gradas, que qué lástima que no le pudiera decir a ella lo mismo.

Mi amigo Fede dice que entre hombres es distinto. Que él siente casi una euforia cuando se encuentra con un hermano de leche, como un cariño inmenso. Que le da ganas de abrazarlos, invitarlos a un café y comentar de los amores y las mañas de la cama. A algunos de agradecerle que lo hayan librado de esa pega, a otros por todo lo enseñado a la que ahora ocupa el lugar de pareja. Que hay unos que no saben y se sorprenden del abrazo, apretón doble de manos y sonrisa. Que hay otros que están al tanto y que es una camaradería especial que los une y los hace cómplices y hermanos.

Esto de los parentescos por vínculos lácteos, y a cómo está la situación de monógamos seriados o simultáneos, puede ser que tenga que aprender a manejarlo.


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diciembre 19, 2005

Nuevas oportunidades

Atenti!

A todas aquellas que sienten que ya las dejó el tren y cada vez que lo ven pasar por Chepe o escuchan su tétrico chucu chucu se estremecen…

A todas aquellas que las acosa la edad, la mama/tías/abuelas/primas/tésdeseñoras/compañeras de brete , o el tictac del reloj genético…

A todas aquellas que creen que en el matrimonio está la solución a soledades, problemas económicos y sexuales (Nota de Sole: Por aquello de no seré feliz pero tengo marido).


Les tengo una noticia que puede ser de su interés: Se han duplicado los divorcios en Costa Rica, es decir, hay más machos candidatos posibles en edad de merecer y que todavía preñan entre los 30 y 40 años, navegando como pececillos inocentes en el mar de las relaciones sociales aunque con una que otra cicatriz a cuestas pero esperemos que no del todo malamansados y lo que es más importante, con la ilusión de rehacer su vida!

Ahora solo queda localizarlos. A dónde encuentra uno, qué lugares frecuentan esos hombres middle aged, con pancita en avance o pelo en retirada, con uno o más hijos, visitas de fin de semana por medio, ex esposa que jode, pensiones alimentarias que le parten el ingreso, juicios de familia pendientes, mañas mal aprendidas y en apartamento de neo-soltero (con colchón en el suelo, libros en caja y birras en la refri)? Y a cruzar los dedos de que no sea cierto aquello de que a gato viejo ratón tierno, porque ahí sí que nos fregamos y no hay medida anti dumping que valga.

Para excursiones investigativas, reportes de ubicaciones y avistamientos y demás yerbas, ya saben a dónde escribirme.

Nota de Sole: No vayan a creer que pienso lo peor de los divorciados. Ná que ver. Pero la noticia lo hace ver como una tragedia social sin pensar en los beneficios para otros. Qué mejor que quitarse una relación que no vale un cinco de encima? Qué mejor que rehacer una vida? Qué mejor que una segunda oportunidad, aunque sea, como dice Pico de Oro, para despedirse? Ah? O es que alguien cree que todos los divorciados se ven como Richard Gere o Sean Connery y no como personas normales? AH?

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diciembre 18, 2005

Para escoger veterinario o abogado.

A veces me entra una paranoia de las bravas. Sobre todo cuando dependo de alguien más para que me explique algo que de lo que no sé nada.

Los veterinarios, por ejemplo, me sacan de quicio. No tengo ningún amigo que sea veterinario ni que conozca a algún veterinario cercano. Entonces me pregunto cómo escogerlo. Los criadores hablan pestes de su gremio. Las asociaciones de perros se acusan entre ellos de corruptos. Y cuando varios dueños de perros me dan recomendaciones, todas distintas, incluyendo chismes horribles de algunos veterinarios, me pregunto qué saben esos dueños de perros si ellos tampoco son veterinarios, no han leído nada al respecto de sus perros salvo lo que sale en Cosmopolitan o cuando ven Animal Planet y con qué criterio recomiendan a alguien y si no tienen la menor idea ni tampoco ningún parámetro.


Entonces investigo en el barrio. Escojo la veterinaria sencillita y sin pretensiones? La del apellido rimbombante? La super soda de la calle comercial donde venden los juguetitos gourmet y las correas fosforescentes?

Se lo dejo al tin marín de do pingüe y caigo en una término medio. Fuser es peor que un bebé. Cada mes tenemos chequeo y cada tres semanas, refuerzo de alguna cosa. Le gruñe al doctor, trata de esconder su enorme perritud debajo de una silla donde no cabe. Hay que llevar muestras de heces. Le hacen hemogramas. Se antoja de golosinas con forma de huesito. Y me entra la duda de si me estarán estafando cuando el doctor me dice que el perrito solo puede comer de una de las marcas de comida de perro que ofrece el amplio mercado y resulta ser la más cara y cuando Fuser tiene algo cada vez que vamos. O me estafa él o me estafó el que me lo vendió. Y ahora tengo motivos para creer que fue ese último.

Una mesita de mi casa parece botiquín perruno, con la pastilla de parásitos, la jalea del apetito, la vitamina de las articulaciones, el polvito para el pelo bonito, la tacita para medir el alimento, las toallitas húmedas para las lagañitas, las toallitas húmedas para las orejitas, el cepillito de dientes y la pastita con sabor a carne, los tres tipos de cepillo de pelo, el gotero y la botella de hierro líquido… y cuando veo todo eso, me siento medio estúpida porque deben haber otros perros del mundo que no viven en semejante estado de spoilment y sin embargo son felices y no son una renta para el dueño ni lo obligan a trabajar para depositarle el sueldo ni al veterinario ni al boutique pet shop.

Mi veterinario no me ha salido tan pior y en parte se lo debo a mis aires de princesa malcriada, del día que se le enredaron los expedientes y mientras lo cagaba por teléfono por equivocar el diganóstico, casi lo agarro del cuello mientras le advertía que Fuser es importante para mí y que me vale un pepino que sea “solo un perro”.

Por eso, este fin de semana, que hubo que internar al Fuser, se lo entrego con toda la confianza. Me llama en la tarde para decirme que por favor me apersone, que mandó a llamar a una ortopedista canina para que le viera las placas y que quiere hablar conmigo. Llego entre asustada y resignada a escuchar que mi enano tiene la cadera con un poco de displasia, y que requiere tratamiento, que no me aseguran que se cure y que tiene que tomar analgésicos el resto de su vida para evitar dolores. Y aquí llego al punto de este post que más que de dueños locos de perros chineados, es de reflexión de lo que yo hago en mi trabajo.

La ortopedista se nota que sabe mucho de lo que habla. Pero comete el error de hablar con emoción del problema de mi perrito, durante cuarenta y cinco minutos seguidos, enseñándome fotos de huesos, radiografías, medidas y reglas y usando palabras como osteofitos, sulfitos, glucaminas, simetrías, fémures, reconstrucción ósea, iliacos, caderas, tratamientos de depósitos, osteocondroteos o algo así, mientras yo la escucho con silencios cada vez más hostiles y sin entender ni mierda de lo que está hablando. Ya cuando se me llena la cachimba de tierra, al verla tan contenta y yo cada vez sientiéndome peor cuando logro pescar en toda la tarabilla que a Fuser hay que castrarlo, que no es apto para reproducción, que ha tenido dolor durante meses, que no puede correr ni hacer ejercicio, la interrumpo, insolente, y le digo:

Ahórrese toda la hablada técnica porque de por sí, no le entiendo nada. Quiero saber solo tres cosas: qué tiene el perrito, qué tiene que tomar y si va a estar mejor.

Ella intenta volver a echarme todo el cuento pero la paro en seco. Logro, finalmente, al borde de mi impaciencia y mi dolor por mi perrito enfermo, que me diga lo que quiero saber, me de las pastillas y nos largamos. Y mientras manejo ya de noche y Fuser va sentado a la par mía con su hociquito en mi regazo, él suspira y yo suspiro y me pongo a pensar en las tardes en las que en alguna sala de reuniones, con la misma emoción de esa doctora que me inspiran a mí los casos penales, le he dicho a algún cliente preocupado que evidentemente, solo acude a un abogado cuando es estrictamente necesario:

Este caso está buenísimo! Ahora aquí hay que alegar que hubo una actividad procesal defectuosa y si lo rechazan llevarlo hasta casación, tenemos que ver si la prueba es espúrea y no enseñarle nada a la defensa, mucho menos en la audiencia preliminar. Asegúrese porfa que sus testigos entiendan la diferencia entre me consta, yo creo, o yo sé, y unos tres días antes de la audiencia me avisa si quiere una medida cautelar (excepto embargo porque hay que hacer depósito), conciliación, suspensión del proceso a prueba o el proceso abreviado y firmamos el poder especial judicial. Por cierto, vamos a querer querellar? Delegamos la acción civil resarcitoria en el Estado?”

Aunque detesto esos libros de quién se comió mi queso y el monje que vendió su Ferrari y porquerías similares de autoayuda corporativa, cada vez que me tengo que enfrentar a profesionales en otras áreas de las que no sé ni mierda, me hago la nota mental de que yo también doy un servicio, que es el que paga mi alquiler, mi gasolina, mis ensaladas, mi carro y los caprichos, incluyendo los de mi perro.

Mi profe de laboral siempre decía que el buen abogado no es el que hace enredos sino el que los entiende y los logra explicar de forma tal que los entienda incluso alguien analfabeto.

Tengo que aprender a traducir mis consejos. A explicar las cosas técnicas ni asustar ni enredar. A que la persona que tiene problemas y acude a mí tiene derecho a entender en un idioma sencillo. O a estar nervioso y pedirme que me limite a decirle lo importante. O a callarme y decirme que me haga cargo de todo y que solo le avise cuando hayamos ganado. A tener tacto para dar una mala noticia. A advertir lo malo que podría pasar. A no impacientarme con ellos, a permitirles ser parte del proceso. A guiarlos, a que se sientan seguros, a que se sientan confiados, a atenderlos cuando llaman, cuando vienen, aunque no me hubieran avisado. A redactar opiniones sabiendo que el que las va a leer no es abogado. A tratar con cuidado una opinión previa de otro abogado que puede estar equivocada. A entender que para ellos, su caso es importante. A tratarlos como esta bruja exigente quisiera que la traten a ella cuando va a un médico, a un veterinario, a un programador o a un ingeniero.

En resumen, a ponerme en sus zapatos. Y como dicen los gringos, walk the extra mile con ellos.

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diciembre 15, 2005

Un cuento de Navidad

Estaba yo cómodamente ubicada en mi charco de depresión navideña. Mis otrora pizpiretas ojitos negros, miraban tristones alrededor, y esos colores chillones y holydayeños, verdes, rojos, dorados y plateados, los veía como en el primer tele que tuvo mi abuela Mimí: si apenas tonitos intrascendentes de grises.

Me sonríen y les hago chompas. Me saludan y se me salen los lagrimones. Cuando tengo alguien cerca, hundo mi huacalito en el caldo de mi charquito, lo levanto en alto, y lo dejo caer sobre mi cara y mi pelito largo, para que me empape completa y me deje titiritando en estas brisas decembrinas y gélidas, entreabriendo al descuido un ojito para ver si he logrado el efecto deseado de dar lástima y si me llega la comunicación oficial del Oscar al mejor performance de manipulación navideña.

El timbre del teléfono me saca de mi concentración y contesto de mala gana, aunque trato de que suene a llanto ahogao: “zéh….” Y me avisan de la recepción que el equivalente del Niñito Dios corporativo, el mensajero de un cliente, ha traído la primera camada de regalitos alusivos a la época y que estos vienen en caja y con tarjeta, es decir, de algún cliente botado que implica regalo con sustancia y miradas de los envidiosos que serán ignorados en esta repartición que marca preferencias y lealtades.

A falta de nada mejor que hacer, me arrastro lánguida los seiscientos metros hasta la recepción (Nota de Sole: en realidad son 100, pero es para el efecto tragedia), para ir a revisar la mercadería. Y entonces los veo: cajitas preciosas con un lazote rojo, que se notan abultadas. Una tarjeta enorme con nombre personal y la cosa entera. Como aforador experto de aeropuerto, violento una de las cajas, la de algún pobre cristiano, se me cuadran los ojos donde veo la envergadura del regalo. Me aguanto la emoción como los machos y me devuelvo a brinquitos a mi escritorio a esperar con desesperación que me traigan la mía, abrirla volando e irle a enseñar a los demás el amor que esa compañía le profesa a la suscrita. Hay un plus a todo esto, que me quita la respiración y hace que me embargue la contentera: los regalitos vienen de la empresa del Patán.

Negocio con todos los relojes de la oficina para implorarles que apuren el tiempo, que me urge ver mi asuntico. Fantaseo que por ser para mí, será un regalo único, diferente, especial y no esas porquerías corporativas con el logo por todas partes que tienen una vida útil limitada como al 10 de enero. Le advierto al destino que calda que si es una agenda porque yo no uso y tiene el inconveniente de que es poco reciclable para algún compromiso. Me froto las manos. Sonrío. Me paseo en mi oficinita de uno por uno veinticuatro. Me impaciento…

Me impaciento tanto que me vuelvo a levantar a ver dónde putas quedó mi regalo o si es que hay algún igualado que se lo apropió, amenazando a grandes voces con ordenar un allanamiento de dallanescas proporciones si en los próximos dos minutos no me entregan mi regalito esperado.

Encuentro al repartidor interno y me dice que ya los entregó todos y que para mí no venía ninguno. Decido no creerle a ese envidioso. Usurpo una a una las oficinas para ver a quién le tocó regalito y cada uno lo registro, le doy vuelta, le saco el relleno, abro con toda propiedad las tarjetas y husmeo en gavetas y basureros para estar segura que por error o por hacerme el daño no se han dejado el mío. Nada. Convoco a las secretarias urgente y les auguro los siete círculos del infierno si alguna de ellas osó retener mi regalito para no interrumpirme. No hay caso. Repito mi circuito, interrogo a cada una de las personas de la cadena de custodia de mi regalo para llegar a la deprimente conclusión de que para Sole, no venía ninguno.

Verde del colerón, cojo el teléfono y de memoria marco el número. No le permito que me diga ni el acostumbrado quiubo. Brinco directo al asunto:

- Estoy resentidísima con vos…- le siseo al Patán, entre dientes. Ni le digo Don cosito, a la mierda el buenas tardes y hasta lo trato con esa familiaridad canchuda del vos de la que usualmente me abstengo

- Pero PORQUÉ? Ahora qué hice??- se defiende, el grandísimo desconsiderado.

- COMOQUEQUEHICISTE?? Acaban de venir a traer los regalitos de ustedes y… (Nota de Sole: Insertar aquí todo el rosario de mi periplo investigativo). O SEA, dos años de bretear con ustedes, DOS AÑOS SEGUIDOS, de aguantarles todas sus mierdas y sus jodarrias y se les olvida incluir a Sole en la lista de regalitos navideños??!!??. Manda huevo! A todos los de aquí, ya les llegó la puta caja con el puto lazo con la puta tarjeta y a mí qué? Aaaaaahssssssí, ayer me diste una libretica de apuntes con el loguito ese de mierda, que si me hubieras dicho que ese era mi regalo navideño, sabés dónde te digo que te la podés meter? Sabés? SABÉS?

(Nota de Sole: De inmediato me arrepiento. Veo que se regó el charol de mis entrañas y que dejé de lado el principio aquel de la gente educada de que la intención es lo que cuenta y de que nadie está obligado... De inmediato empiezo a maquinar cómo salirme de ésta en forma digna, que el Patán me siga queriendo, y alguna excusa brillante para explicarle a mi jefe que mandé a la mierda a un cliente por un detallito navideño).

- Sabés que pasó con tu regalito?- me dice, con malasaña y alevosía, y antes de que me salga con la respuesta de alcantarilla a la escenita que le acabo de hacer, le atravieso el caballo:

- CLAROQUESÉLOQUEPASÓ! – le digo- NO EXISTE EL PUTO REGALO, NO EXISTE! Se te olvidó meterme en la lista de entregas, ESO PASÓ! Y ahora yo de ridícula, me pongo a llamar para reclamar por esa mierda que al cabo que ni quería! (Nota de Sole: El Chavo marcó para siempre mi manejo de la dignidad herida).

Se hace un silencio tétrico y lo escucho respirar con fuerza. Me preparo para que me diga “Pasame a tu jefe… “ o un doloroso “Es correcto”, o peor aun: “Tranquilizate y dejá de estar jodiendo”.


En cambio, baja el tono el tono de la voz y me dice, me atrevería a decir que, casi dulcemente (Nota de Sole: En realidad no me atrevo. Digamos que no me ladró. Es más, digamos que hasta sonaba como íntimo, como hablamos solo entre nosotros dos)

- Tu regalo no llegó porque yo lo saqué de la ruta de entregas. Te lo quiero entregar personalmente.

Dudo un segundo, pero sigo en la estrategia de defensa a lo gato panza arriba.

- O ESTÁS MINTIENDO O ME ESTÁS VACILANDO! No me agarrés de idiota con estas cosas porque te advierto que ando ASÍ de pulso, ASÍ. De fijo te acabás de acordar y ya debe estar su secretaria buscando como desesperada algún sobrante, seguro uno de esos que se quebraron o venían defectuosos… SNIFFFF!

Pero mientras me sueno los imaginarios mocos, me entra la duda si será que el hada protectora de Pinocho le habrá hecho el turno al fantasma del Christmas past y se le apareció a este engendro en una pesadilla y en una confusión de funciones y exceso de poderes administrativos, nos hizo el milagrito de dotar al Patán de corazoncito temporal de aquí al 3 de enero… Me pregunto si estaré yo en alguna esquina de ese corazoncito. Me pregunto si será cierto que separó el paquetico para mí y me lo quiere dar él, directo, con todo y abrazo de oso, arrimis y besito. Me pregunto si tendrá sentimientos.

Y entonces me da el tiro de gracia:

- Si no me crees, llamala y le preguntás. Lo tengo aquí enfrente mío, sobre el escritorio. Ya te dije, te lo quiero dar yo. Yo. Mañana siempre venís a la reunión?

Y de repente me salgo de mi disfraz de leona herida y soy un gatito chiquito y pequeño, como Benito el de don Gato con todo y chilindrín colgando del pescuezo y le contesto en un murmullito chineado:

- zí….

Escucho en algún lugar a un redondel entero levantarse al unísono para un Ooooleeeee admirado y sabroso y veo al Patán, mataor, en el centro de la arena elevando los brazos, agradecido, achinando los ojos y con la sonrisa a medias que tanta inestabilidad me ha causado , mostrando el estoque de torero y dedicando al público la faena...

Y lo que es lo peor de todo: yo le creo.

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X-mas shopin

Valium extraforte.

Para zampármela el 24 temprano e irme despertando por ahí del 3 de enero en la mañana.

The Grinch has spoken: Bah! Humbug!

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diciembre 12, 2005

De ocasión




Para todos los interesados, y como no se lee bien, procedo y aclaro:

MOTEL LAS ARCADAS

Le invita a disfrutar de nuestras acogedoras habitaciones en un ambiente discreto y acogedor. Durante este mes de Navidad ofrecemos para su disfrute 2 x 1 en cervezas. Nueva Administración.

Y el recuadro dice: Además por la presentación de este cupón recibirá 1000 colones de descuentos. *Solo aplica un cupón por visita.

Salió publicado en la página 23 de La Extra del 10 de diciembre. Quien quita y encuentren otras opciones llamativas para el dos por uno. Mejor descripción de las habitaciones y el ambiente no pudieron escoger.

Así que print, cut and enojy... Ahi me cuentan.

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diciembre 11, 2005

Consecuencias

Me quedó rebotando en la cabeza el comentario ese de Sirena en el post previo, de que a pesar de mis intentos de entrega incondicional y sometida al dios del hambre, se me sale el romance. Y, advierto, puede ser que sea cierto.

Déjenme contarles, antes de entrar en materia, que conmigo de paciente Freud no hubiera pasado a la posteridad, porque además de que siempre me acuerdo de mis sueños con exactitud asombrosa, son más simples y sin gracia que calzonillos de manta. Responden puntualmente a lo que viví, leí, vi, desee o pensé durante el día. A lo que quiero hacer y a lo que le tengo miedo. Creo que les dicen sueños infantiles. Nada de enredos con simbolismos, edipos, revelaciones o presentimientos.

Soñé que finalmente el Patán y yo pudimos ponernos de acuerdo para el concretamiento del asunto (Nota de Sole: Eso sí que sería un sueño, en la vida real…) y ya estando en algún lugar innominado que se veía sospechosamente standarizado al modelo de motel local (Nota de Sole: Ahorrense los malos pensamientos. No conozco. Me han contao) estábamos de pie uno frente al otro. Viéndonos. Listos para todo. Muy cerca. Me envolvía su olor – una mezcla de hombre, colonia y cigarro. Me alteraba todo. Me faltaba, como siempre, la respiración. Una barra de acero me atravesaba el cerebro.

Entonces yo levantaba las manos para empezar a desabotonarme la blusa (Nota de Sole: Ojas al estilacho Corín Tellado…) . Y el Patán, achina los ojos y me hace la sonrisa a medias que tanta inestabilidad me ha causado y me decía:

“Entonces, qué?”

Y antes que yo le pudiera responder con un entusiasmado: “Diay, nada… DEMOLE!” me interrumpía para decirme, demoledor:

Quéres que te mienta un Te quiero, o algo?”

Y entonces me desperté.

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diciembre 09, 2005

Basic instintcs

Así me siento. Así:



Soy lo peor. Una llamada. Un aviso de que se ha levantado el periodo de veda. Y así me pongo. Así. A hormonal OD. Y pienso "Y buéh, vénganos en tu reino y salú..."

A veces pienso que mejor no. A veces pienso que es más fuerte que yo. Y me asusta.

Nota de Sole: Graziaz, Marcelo, por el audio.



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diciembre 08, 2005

Incomodidades

Ando con una minifalda tan corta, que me la tengo que estar acomodando cada 20 segundos del susto que me se vean los chones.

La solución ideal: Off with the calzonillos!! para librarme de esas preocupaciones.

A andar cañambuca, como decía mi abuela.

Que total, nadie tiene que meterse conmigo y mi negocio.

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diciembre 07, 2005

Una vieja costumbre remozada

Cuando yo estaba en la escuela, mis compañeros más inquietos, que hoy serían calificados de líderes en potencia o niños índigos, marcaron la moda con un famoso cuadernito que era más sabroso que todos los registros de Edgar J. Hoover juntos y que dotaba de impresionante poder al dueño, cuyo requisito primordial era ser discreto y su peor defecto, chismoso o un corrupto que prestaba el cuadernito para disfrute ajeno a cambio de una empanada con queso o papas tostadas con chile. Sé que tenía diferentes nombres en diferentes escuelas. En la mía se le reconocía abiertamente la naturaleza: Se llamaba Vinazo.

Era un honor que a uno le pidieran que participara. Había diferentes cuadernos para diferentes argollas, desde los VIP hasta los que eran como uno. El asunto consistía en anotarse en una lista al final del cuaderno (o al principio, había variantes), donde uno asumía el número del renglón donde ponía el nombre. Luego volvías al inicio y en el renglón con tu numerito, contestabas las preguntas que había en el encabezado de cada página. Pasaba de cosas como mi color favorito o lo que le pediría al niñito dios o a cuál me mis papás prefería; hasta situaciones complejas como si alguna vez había fumado, si me gustaba Fulano o que explicara las mecánicas de hacer un bebé, revelando circunstancias extrañas y personalísimas como las del primer beso, descripción de la cosita con la que mi primito orina y demás elementos desconocidos para una criaturita de cuarto grado.

Servía para un viaje interno de conocimiento del yo, diría algún terapeuta. Se daba cuenta uno de lo poco que se conocía y las ínfimas cosas que había vivido. Te enterabas de la vida ajena. Buscabas con emoción a ver si estabas como respuesta en la pregunta de “Usté tiene novia?(Nota de Sole: tener novia en ese tiempo era reconocer que te gustaba alguien. Nada de relación emocional formal ni nada de eso). Habían preguntas tan abiertas que en juicio se hubieran rechazado por ambiguas, pero aquí estaban hechas con malicia planificada para que uno se encholara y se dejara decir cualquier tontera exponiendo su corazoncito.

Era mal visto contestar a las preguntas más picosas con un Nada, no sé o yo no he hecho eso todavía. Y algunos, como yo, teníamos en el cuadernito una brújula para ver qué tan perdidos estábamos en el desierto de los desadaptados y la distancia que nos separaba de la vida normal de nuestros congéneres.

Era codiciado el cuaderno. Se hacían petitorias para que a Esteban, por ejemplo, se le solicitara atenta participación y había fila cuando se autorizaba su préstamo además del juramento de guardar el secreto. Las maestras lo decomisaban y se reían por horas. Las orientadoras llamaban a los padres preocupadas por nuestras confesiones de vida de delincuencia activa. No servía de nada alegar que uno mentía para ponerle condimento a mi devaluada aura.

Digo todo esto, porque la Pulga ha revolucionado el concepto y le ha dado un aggiornamiento a la época de blogs, invitándome amablemente a participar en su blog cuadernito. Me picó el viejo gusto por responder cuestionarios que aun me hace víctima de cuanta encuesta me encuentro y acepté gustosa. Estas fueron las preguntas que me mandó la Pulga :

1. Porqué el Nombre de tu blog?
2. Porqué nace tu blog cual fue tu necesidad?
3. Cuál es tu objetivo principal, qué quieres alcanzar?
4. Qué concepto tienes de este medio (blog) para comunicar tus ideas?
5. Qué esperas de la comunidad bloggera?
6. Di lo que quieras aquí.

Y mis respuestas las pueden encontrar aquí , que espero no levanten roncha y al que le pique que se rasque o se ponga calamina. Rechazo por si acaso.

Donde la Pulga encontrarán además las respuestas de participantes que me precedieron: Medea y Carissima; así como posts ingeniosos y divertidos, música, sugerencias de regalos para éstas épocas, frases motivadoras y análisis de todo tipo. Se rumora que vienen más entrevistas en camino.

Recomendación de la semana: www.lapulgaerrante.blogspot.com

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diciembre 06, 2005

Intercambio epistolar

Hay que dejarse de varas. Hay gente con estilo para el manejo de esto de los emilios (como les dice la Pulga)que lo hacen suspirar a uno por el regreso del papel y la tinta para comunicarse. Para muestra, un botoncito. A efecto de coordinar un asuntico, envié convocatoria y ojo a lo que recibí de respuesta:

Dado que procede en estas insulas emitir contestacion a la baronesa de las Aguas Norteñas, ruegole, Excelencia, se sirva instruirme sobre las localizaciones de la ínsula propiedad de la corona Tugueña a fin de marcar derrotero y fijar rumbo a esos parajes cuando contramaestra tenga generosidad de dirigir los navios hacia esos lares.....

No me quedó más que responderle en el mismo tema:

Don Mengano de las Tierras Morenas:

Será menester entonces que nuestras flotas se crucen en el punto del mapa que los bárbaros han dado en llamar "MasxMenos de Tuculillo" para que su merced escolte la fragata de esta graciosa ínsula a buen recaudo hasta los puertos Tugueños que me han contao que tienen un nostálgico parecido con los Castillos del San Juan del Norte de la infancia de mi augusta abuela, que dios y el papa la guarden.

Restando solamente que su merced se sirva indicar las señas con las cuales se nos facilitará vuestro avistamiento que si no nos veremos obligaos a usar aquel aparato infernal, engendro de los mil demonios y de la astucia atea de los moros, censurado en el Indice Eclesiástico por el Santo Oficio, del cual os comparto amparada a vuesa discreción y común sentido: 555-5555.

Solentiname, a los pocos días navideños del primer año de su majestad,

La Baronesa


Nota de Sole: Aclaro antes de interpretaciones erróneas: No. No tengo delirio de realeza. Tamos?

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diciembre 05, 2005

Lo juro que es cierto

Por cuestiones de brete nos apersonamos a la sesión de Concejo Municipal del cantón de Tuculillo. Cometo el error de pensar que estoy a punto de presenciar las fuerzas vivas de las bases discutir seriamente sobre sus destinos cantorales y hasta se me conmueve el alma democrática y esto, lo juro, con palabra de notario público (Nota de Sole: a punto de la suspensión por no entregar índices), esto fue lo que pasó:

Subimos hasta el salón de sesiones que está a medio construir, hay que capearse andamios en las gradas que si no lo descabezan a uno, subir en cuatro patas, limpiarse todo el aserrín y una que otra cucarachita y sentarse uno en sillas se cine rotas, huele a pintura y a sucio.

La presidenta del Concejo sugiere que ante la ausencia de micrófonos, grabadoras, secretarios, condiciones mínimas de seguridad, exceso de polvo y dos regidores asmáticos, que mejor levanten la sesión y lo dejen para otro día y hoy solo vean lo urgentísimo. Acceden con manitas levantadas. Expresión pura de del poder del voto popular.

Siguiendo el espitiru de lo acordado, en toda su inocencia, la presidenta somete a conocimiento y votación la petición de la alcalde de ciento veinticuatro pesos con treinta y dos centavos para pagar extras después del 16 que se cierra “la institución” porque hay unos que se van a quedar prestando desinteresadamente sus servicios.

Esta artista de cabello rojo Revlon de aplicación casera y evidentemente fallida interrumpe como si estuviera en un mercado de los tipo Borbón en hora pico, a los gritos de “rrrrrrricalamelcochaaaaaaaa” y pide que la dejen leer la petitoria con calma. Lee moviendo los labios y lento lento…

La presidenta le dice que si se ponen en eso no salen en toda la noche, que mejor lo dejen para el otro día, ya fijado, cuando no haya sobredosis por los vapores de la pintura y dos de los del concejo no estén apertrechados detrás de murallas de klinex, de ojos llorosos y ahogándose y se pueda grabar la discusión sin necesidad de tomar apuntes. Se lo dice como la gente, después de que la artista termina de hablar. Se lo dice decentemente, en forma pausada.

Y la artista se raja a todo galillo, movimiento de mano incluido, con esta pieza jurídica –textual- de oposición a la moción (Nota de Sole: Vuelvo e insisto. Lo juro que fue así como ocurrió.)


PERO QUE LE PASA A USTÉ HOY? AH? QUE VIENE TAN GALLITA CON ESAS IMPOTENCIAS (Nota de Sole: Yo presumo que quiso decir prepotencias). NOSOTROS SOMOS SO-BE-RA-NOSSSSS (Nota de Sole: En realidad es el pueblo, y en todo caso, nada tiene que ver la condición del Concejo con lo que dijo la Presidenta, pero entenderán que todo razonamiento es ajeno a esta pinturita). NO PUEDE VENIR USTÉ CON ESAS CARAJADAS UNIPERSONALES (Nota de Sole: Yo presumo que quiso decir unilaterales).
Acto seguido volteó a ver al público presente: dos indigentes de la zona. Una periodista del Semanario Universidad que no paraba de mandar mensajitos de texto en celular. Dos sospechosos recluidos en una esquina del auditorio en actitud evidentemente delictiva o conspiradora porque uno de ellos le hacía señas algún regidor obediente y sostenía en la mano el orden del día. Y yo y mi jefe que estábamos intercambiando miradas incrédulas y en estado de shock séptico ante semejante demostración del manejo del léxico, refinamiento y manejo político.


Ante tan selecta audiencia cerró su intervención con ese gesto entre relincho y bufido que hacen los caballos, donde les cimbran los labios, se les cruzan los ojos (Nota de Sole: los de los caballitos sin rímel y sin el exceso de delineador negro), y babean a chorro a todo baboso que esté a dos metros de largo. Las casualidades de la vida nunca dejarán de asombrarme…

Yo tengo que averiguar de qué partido es la susodicha porque de acuerdo con Unimer, yo soy propensa al quebrar el voto y con tal de no poner la decisión de quién recoge mi basura, cómo se arreglan las calles de mi barrio, o a qué se destinan mis impuestos, soy capaz de cualquier barbaridad en el voto de munícipes. Hasta de votar por los libertarios!


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diciembre 04, 2005

Cuento de hadas

Dijo ella:

Me le acerqué despacio, la elegancia y la gracia propia de mi cargo, con la mano ligeramente en alto para facilitarle que la tomara y juntos montáramos en el caballo y blanco y galopáramos hacia el horizonte de los finales felices y de los muchos años muchos años. Atrás, a la orilla del camino, quedó el paje, el cochero, mi nana y las damas de compañía, en el carruaje real de palo rosa con incrustaciones de nácar, que mi padre me regalara en un día cualquiera solo por el hecho de que me ama.

Mi vestido perfecto resplandece como una estrella en la luz del atardecer mientras el sol envidioso de los hilos de oro de la tela fina que cosieron para mí las hilanderas del reino, se retira refunfuñando. Mis zapatillas de cristal, de las que danzan en los salones de palacio, iluminadas por las arañas enormes de cristal al ritmo de los maestros de música de las comarcas, marcan mis delicados pasos en la hierba. Me acompaña el sequito de pajaritos que me sigue cada vez que me adentro en el bosque, y un poco más atrás los cervatillos, búho serio, las ardillitas y los conejos, con sus colitas de peluche; todos mansos y deseosos de mi atención, de mi cariño. A mi paso, las flores de primavera se inclinan y me muestran en reverencia sus colores; los árboles retiran sus ramas y me escoltan el camino.

Le sonrío con bondad y embeleso. Le hablo para que el canto dulce de mi voz, que a tantos pretendientes ha encantado, lo convenza de que yo soy realidad y no un espejismo cruel ni un hada traviesa del bosque.

Repaso mentalmente las enseñanzas de mi institutriz, del mago del castillo y de mis maestros extranjeros, así como las profecías de los libros de cuentos. Imagino la vida que nos espera juntos, la boda, los bautizos, los desfiles, los festivales, los viajes, los palacios, los torneos, el amor de nuestro pueblo.

Se hace un silencio absoluto y el mundo se detiene para admirar el milagro. Me inclino y le doy el más delicado y amoroso de los besos en su lomo verde y resbaloso para que surja él, alto, arrojado, valiente, perfecto, con su voz de tenor y la fuerza de un tigre, con su espada siempre presta, sometiendo a dragones y gigantes, a brujas y elfos, a enemigos y barones negros, y su dedicación incondicional a mí. El espejo del agua cantarina trata inútilmente de retener el maravilloso instante del renacimiento, del fin del sortilegio, de la suerte del elegido.

Pero no pasó nada. Me dio asco intentarlo una segunda vez, porque al acercarme pude verle unas verrugas horribles que puede que me dañe la boquita de botón de rosa o la piel perfecta de blanco marfil que tantas cremas y tratamientos me ha costado. Si me quedo un segundo más, se me llenan de lodo las zapatillas y llegaré tarde al té con los invitados de las tierras exóticas allende del mar. Además, el pintor me espera para posar para el retrato de este mes. Es una lástima, pero total, de estos abundan en los estanques de los bosques de los reinos del mundo. Le diré a mi padre que organice el concurso de las tres pruebas terribles para escoger a mi pretendiente.



Y dijo el príncipe:

Se alejó a saltitos, creyendo que era princesa.

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diciembre 03, 2005

Concierto



Iván me estaba viendo a mí.

Tocaron Abril e Iván me estaba viendo a mí.

Lloré, porque vi el momento cuando le quise pedir al Capitán que me diera paz, que me diera muerte o la vida o un tiempo más.

Iván me estaba viendo a mí.

No al técnico que estaba atrás que no le solucionaba lo del sonido de la mandolina.

A mí, me estaba viendo. A mí.

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